Los infartos ya matan a tantas mujeres como hombres

Aunque muchas de ellas lo siguen viendo como un problema de sus maridos, las estadísticas del Ministerio de Salud revelan que hoy la tasa de mortalidad es similar

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Por NICOLÁS MALDONADO

nmaldonado@eldia.com

Cuenta María Cristina Valle (69) que no hubo ninguna señal de alerta como las que se suelen esperar en casos así: ni opresión en el pecho, ni mareos, ni dificultades para respirar... apenas un dolor en la mandíbula. Y sin embargo estaba teniendo un infarto tan serio que debieron colocarle dos stents. “De no ser por un vecino que insistió para que fuera al hospital me hubiera muerto. Jamás se me pasó por la cabeza que eso podía ser un infarto ni estaba preocupada por mi corazón”, reconoce la mujer.

La experiencia que tuvo Cristina resulta bastante común, reconocen los médicos al explicar que los infartos en las mujeres no suelen presentarse como la mayoría de ellas suelen imaginar. El dolor de pecho, el síntoma con que más se identifica a estos episodios, aparece en ellas con menos frecuencia. Y en su lugar pueden presentarse otras señales más difusas que a menudo son atribuidas a problemas digestivos, musculares o estrés; lo que lleva a que no le presten la debida atención.

A su vez, convencidas de que el infarto es un riesgo de los maridos, un alto porcentaje de mujeres subestima la amenaza pese a que en ellas suele tener en general consecuencias más serías que en el varón. Es así que incluso aquellas que cumplen puntillosamente con sus controles ginecológicos tienden a desatender su salud cardiovascular.

Entre una razón y otra, el hecho es que mientras que la enfermedad coronaria ha venido disminuyendo entre los hombres de la mano de las campañas de prevención, entre las mujeres no parece ceder.

De hecho, según el último reporte de Estadísticas Vitales del ministerio de Salud del Ministerio de Salud y Desarrollo de la Nación, ya no hay diferencias significativas en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares entre el hombre y la mujer.

Al explicar el fenómeno, expertas del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) señalan un aumento entre las mujeres de algunos de los principales factores de riesgo cardiovascular antes asociados mayormente al varón, pero también el hecho de que los infartos femeninos no sólo suelen ser más graves sino presentar además complicaciones de mayor gravedad.

MAS TABAQUISMO Y ESTRÉS

“El aumento del tabaquismo, el crecimiento de la obesidad y el sedentarismo, altos niveles de estrés por sus múltiples tareas y roles” constituyen, junto a “una escasa detección precoz”, algunas de las razones que menciona la cardioangióloga intervencionista, María Celia Bayón, al explicar por qué los infartos matan ya casi a tantas mujeres como hombres en nuestro país.

Mientras que los hombres argentinos tardan en general unas 15 horas en consultar al médico cuando creen tener un infarto, a “las mujeres les toma en promedio 53,7”, pero además en ellas hay “menos utilización de estudios complementarios e intervenciones terapéuticas”, señala Bayón.

“Hasta hace relativamente poco tiempo no se tenía en cuenta el riesgo cardiovascular en la mujer”, dice su colega Ana Paula Mollón, al explicar que la forma en que suele presentarse el infarto en las mujeres no contribuye tampoco a su detección precoz. El hecho de que no siempre aparezca en ellas “el dolor precordial (torácico) de los varones” lleva a que “la alarma ante el síntoma no sea la misma”, sostiene la profesional.

SÍNTOMAS DIFUSOS

Si bien el infarto agudo de miocardio en las mujeres puede manifestarse también con el típico dolor de pecho opresivo irradiado a brazos y mandíbula, en general, los síntomas en ellas son menos específicos que los de los varones. Como revelan diversos estudios, las mujeres reportan en general síntomas muy variados que hacen más difícil el diagnóstico de infarto, como mareos, náuseas, vómitos, ansiedad, disnea, palpitaciones, dolor de hombros, espalda, cuello, nuca, estómago, fatiga o cansancio extremadamente exagerados e inusuales.

“Es una asignatura pendiente de las mujeres ocuparnos mejor de la salud de nuestro corazón”

 

Según los datos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, la mortalidad global en 2015 fue de 333.407 personas. Un 48% fueron mujeres, de las cuales 48.643 fallecieron de enfermedades cardiovasculares, 29.950 por tumores malignos y 5.970 correspondieron a muertes por cáncer de mama. Esto significa que uno de cada tres decesos en mujeres corresponde a una causa cardiovascular. Es decir, por cada mujer que pierde la vida por cáncer de mama, 8 lo harán por fallas en su corazón.

“Las mujeres debemos realizarnos controles cardiovasculares con la misma frecuencia que ginecológicos. Hemos aprendido a prevenir el cáncer de mama y de útero mediante campañas de prevención, pero es una asignatura pendientes cuidar nuestro corazón”, enfatiza la doctora Bayón.

 

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