El detenido por el crimen de Lola Chomnalez "tiende a mentir, irritarse y perder el control"

El único detenido por el crimen de Lola Chomnalez, la adolescente asesinada en el 2014 en el balneario uruguayo Barra de Valizas, tiene una personalidad con tendencia "a la mitomanía", a "irritarse fácilmente y perder el control de sus impulsos", y un patrón de "desprecio y violación de los derechos de los demás".

Así se desprende de la requisitoria del fiscal de la causa, Jorge Vaz, para que el Juzgado Letrado de Rocha dicte esta tarde el procesamiento del sospechoso apodado "El Cachila", quien ayer fue indagado y quedó detenido.

En su escrito, la fiscalía señaló que de los peritajes psicológicos y psiquiátricos practicados al acusado se concluye que éste "no padece ninguna alteración del pensamiento que lo vuelva inimputable. Todo lo contrario".

"De su personalidad se observan como rasgos predominantes la tendencia a irritarse fácilmente y perder el control de sus impulsos, mostrando una tendencia reactiva para con los otros, por lo cual la heteroagresividad es una modalidad vincular presente en esta persona. Se observa además escasa capacidad reflexiva, desconfianza, tendencia a la mitomanía", detalló.

El fiscal dijo que durante el proceso de diagnóstico surgieron "contradicciones y gran distancia afectiva" del acusado "desplazando la responsabilidad del episodio acontecido a la adolescente a artesanos de la zona".

"Utiliza el mecanismo habitual de la mentira en situaciones en que se siente amenazado para desvirtuar la verdad en beneficio propio. A nivel emocional se observa una personalidad con características de un tono antisocial que representa un patrón general de desprecio y violación de derechos de los demás", indicó.

CREEN QUE EL SOSPECHOSO DETENIDO ESTUVO PRESENTE "ANTES, DURANTE Y DESPUÉS" DEL CRIMEN DE LOLA

El fiscal que investiga el crimen de Lola Chomnalez, consideró que el hombre detenido ayer tras ser indagado estuvo presente "antes, durante y después" del homicidio, y que el móvil del crimen fue probablemente "sexual".

Según la requisitoria para el procesamiento de "El Cachila", el fiscal Jorge Vaz explicó que, de acuerdo a los datos obtenidos en la investigación, el acusado y su o sus cómplices obligaron a la víctima a salir de la playa con dirección a la zona boscosa detrás de los médanos, “probablemente con un móvil sexual”.

El hombre apresado ayer tras ser indagado por el fiscal Vaz admitió que se cruzó con la víctima en la playa el 28 de diciembre del 2014 y le ofreció "una estampita", pero que luego ella se sintió "mareada" y que al auxiliarla descubrió que "no tenía pulso", se asustó y se fue.

De acuerdo al fiscal, este relato "es a todas luces ilógico y contrario, no solo a la evidencia que surge del cuerpo de la víctima, sino de la situación en sí". Es que para Vaz, si la adolescente "se sintió mal lo lógico hubiera sido permanecer en la playa y tratar de ir hacia la zona poblada más cercana en busca de ayuda médica"; por ende, afirmó que la víctima "fue llevada contra su voluntad" por el sospechoso "en compañía de otra u otras personas aún no identificadas".

En ese sentido, el fiscal se basó en que Lola presentaba dos cortes en el brazo derecho, que según un perito criminólogo policial pudieron haber sido "intimidatorios" para forzar a la adolescente. También detalló que la víctima presentaba un golpe en el orbital izquierdo que pudo haber sido resultado de la negativa de ella a las exigencias de los asesinos y que esa actitud fue "el desencadenante".