El bienestar como pauta en el presupuesto neozelandés

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Rocio Otoya

Nueva Zelanda presentará su primer presupuesto de “bienestar”, que prioriza la mejora en la calidad de vida frente a los indicadores económicos, en lo que sus partidarios ven un ejemplo de vanguardia social y sus detractores pura retórica. “Si bien el crecimiento económico es importante, y es algo que seguiremos buscando, por sí mismo no garantiza las mejoras de los estándares de vida de los neozelandeses”, dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, en un encuentro con empresarios en Auckland.

“Nadie quiere vivir en un país donde, a pesar de un fuerte crecimiento económico hay familias sin hogar, el medio ambiente se degrade con rapidez o las personas con problemas de salud mental no reciban el tratamiento que necesitan”, añadió la dirigente laborista.

El presupuesto -cuya preferencia por el bienestar fue anunciado por Ardern en el Foro Económico Mundial de Davos de enero- pone el foco en la indigencia, la pobreza infantil, la violencia doméstica y la salud mental, así como en la situación de los maoríes y los indígenas del Pacífico.

Para establecer las prioridades se utilizó una herramienta del Ministerio de Finanzas llamada “Marco de los estándares de vida”. Y para financiar el giro hacia el bienestar, Ardern dio instrucciones a sus ministros para que identifiquen áreas en las que se puedan hacer recortes y elevó el límite de la deuda neta del 20 al 25 por ciento del PIB, lo que ha sido criticado por la oposición conservadora. La iniciativa sigue a la de Bután, que en 2008 introdujo el indice de felicidad nacional. (EFE)

 

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