Hay padres jóvenes que desconocen este riesgo

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Silvia Casbarro -  Pediatra

Hay una recomendación que todos los pediatras dan en relación con la alimentación de un bebé e incluye tres restricciones: nada de sal, nada de azúcar y nada de miel durante el primer año de vida. Esta recomendación es estricta para los primeros doce meses y en lo referido a la miel incluye un segundo consejo: entre el año y los dos años del bebé, si se le va a dar miel hay que conocer bien el origen de ese producto y asegurarse de que está pasteurizada.

Con todo, y aunque este consejo se repite en todos los consultorios, ocurre que hay muchos padres jóvenes que desconocen que es peligroso que un bebé consuma miel y que ese peligro se basa en que en algunos casos en la miel puede estar la bacteria que produce el botulismo.

Afortunadamente, la tradición de ponerle miel a los chupetes ya cayó en desuso a partir de esta advertencia. Pero es bueno repetirla, porque en esta época del año la miel se usa habitualmente agregada al té o para suavizar la garganta y es necesario remarcar que no hay que dársela a los bebés.

 

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