Aborto y discapacidad, entre la discriminación y un debate muy incómodo

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En plena discusión sobre legalizar o no el aborto en nuestro país, casos como el de la joven británica a la que una jueza le ordenó hacerse un aborto porque padece una discapacidad mental, (ver aparte) conmueve.

Justamente cuando el aborto, muchas veces, funciona como un escape de muchas familias para evitar esa misma discapacidad mental.

Llaman la atención algunas estadísticas que muestran una sensible disminución de determinados males relacionados con este tipo de discapacidades, al mismo tiempo que un aumento de estudios prenatales destinados justamente a prevenir esas anomalías desarrolladas durante la gestación.

¿Como se previene?, ¿son abortos encubiertos?

El tema, sin dudas, despierta muchas polémicas y enfrenta a la sociedad a un lado y al otro de una grieta que todavía no ha podido ser cerrada a pesar de los extensos y positivos debates que se dieron el año pasado al tratarse en el Congreso el proyecto de ley que finalmente no fue aprobado.

El tema, también, resulta incómodo, además de discriminatorio al juzgar las capacidades de una mujer de 20 años que cursa un embarazo de 22 semanas y que, además de todo, quiere ser madre y cuenta con el apoyo de su familia.

 

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