A Las Lobas no les alcanzó con la garra y el corazón para dar el golpe ante el poderoso Boca

No le alcanzó el esfuerzo al equipo de Gimnasia (Las Lobas) para evitar la derrota 3-1 (25-13, 25-16, 25-27, 25-18) frente a Boca (Las Guerreras) en la final de la Copa Metropolitana de vóley que se disputó anoche a un sólo partido en el Polideportivo Quinquela Martín de la calle Arzobispo Espinoza al 550.

El encuentro entre las mejores formaciones del certamen, que llegaron tras eliminar en la instancia anterior a Estudiantes, en el clásico, y San Lorenzo, se desarrolló con tribunas colmadas y un gran acompañamiento para las albiazules, con seguidores que alentaron desde la parte superior del gimnasio.

Las chicas conducidas por Paula Casamiquela viajaron a territorio boquense con el antecedente de seis victorias consecutivas, y en sets corridos, frente a Ferro, Banco Provincia, Mupol, UNLAM y el Pincha, pero se encontraron con un rival tremendo, nada menos que el bicampeón de la Liga Argentina.

Con este panorama, Boca marcó una clara superioridad desde que la pelota viajó por primera vez por sobre la red, con parciales que resultan postales de lo que fue el juego a lo largo del primer set: 9-1, 11-5, 15-8, 17-10, 22-12, los cuales como una consecuencia lógica desembocaron en un categórico 25-13.

La tendencia, aunque con una distancia menor, se repitió de punta a punta en el segundo parcial, que avanzó con una diferencia constante a favor del conjunto local, que tras sacar una ventaja de 13-8 aceleró hasta firmar el segundo capítulo con una amplia victoria de 25-16.

Lo observado ofrecía argumentos como para imaginar una rápida definición en el cruce sin revancha entre los finalistas de la Copa Metropolitana de la División de Honor Femenina, pero las Lobas no bajaron las banderas de la esperanza, y entre un crecimiento propio y un quedo boquense, el descuento se hizo realidad.

Picaron en punta las albiazules, llegando a ponerse al frente con una ventaja de 13-8; Boca reaccionó y equilibró el marcador a la altura de 16, siendo de ahí en adelante un trámite de punto a punto, con una definición que llegó a 27-25 para las chicas de La Plata, que de esta forma llenaron completo el tanque de la ilusión.

Pero reaccionó Boca, volvió a imponer condiciones en todos los ítems y aunque sin la contundencia del primer tramo caminó en dirección a un triunfo inevitable para las Lobas. El último parcial indicó 25-18, y fue la consecuencia de una superioridad que pudo notarse tanto en los saques, como en las recepciones y los ataques.

Entonces, lo señalado, el despliegue no le alcanzó a Gimnasia para complicarle la noche a un Boca que de esta forma se consagró también bicampeón de la Copa Metropolitana, y de local festejó el sexto título de manera consecutiva.