Una larga historia que salió a la luz en 2013, llegó a la Justicia y no termina de cerrar

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Los primeros en denunciar la salobridad del agua en distintos barrios del norte platense fueron los vecinos de la localidad de Villa Castells, entre las calles 10, 12, 498 y 503. Fue a mediados de 2013. Muy pronto se sumó la queja de otros usuarios de los alrededores y de Gonnet. Por entonces distintos análisis de organismos oficiales y laboratorios privados detectaron altos niveles de sodio en el agua, como consecuencia de la retracción del acuífero Puelche, debido al consumo excesivo, lo dejó lugar para que avancen los acuíferos inferiores, salados, y el agua que se infiltra desde el océano. Pronto intervino la Justicia de Faltas local, que determinó que la zona afectada es la que va de 487 a 496, entre caminos, y, en Villa Castells, la comprendida por 489 y 505 de calle 2 a Centenario. Y ordenó que la empresa prestataria abastesca, por medios alternativos, de agua potable a los damnificados. Para darle solución definitiva, Absa inició la construcción del acueducto norte. La obra se demoró más de lo esperado. Y si bien ya está operativo, mucha gente aún duda de la calidad del servicio.

 

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