Cerca de la revolución
Edición Impresa | 14 de Julio de 2019 | 07:59

“Primera persona” reúne textos de la escritora Margarita García Robayo que indagan en los roles que la definen a diario -hija, madre, esposa, escritora, amiga- para pensarse desde el conflicto y la tensión entre los mandatos y el deseo, dando lugar a una mirada punzante y honesta construida a partir de su vínculo vital con la escritura.
García Robayo (Colombia, 1980) habla sobre estos ensayos, publicados por Marea en su colección Ficciones reales, y asegura que “al momento de escribir, el desafío es siempre preguntarse, indagar, llegar al fondo de lo que se intenta decir con la mayor honestidad posible”.
La autora de las novelas “Hasta que pase un huracán”, “Lo que aprendí” y “Tiempo muerto”, quien reside en Buenos Aires desde hace más de 10 años, recopila en este libro escritos periodísticos sobre la maternidad, su oficio como escritora y las tramas construidas en su infancia.
Los textos que componen el libro fueron artículos que escribió a pedido o a partir de la consignas de una revista. Sobre ellos, la propia autora cuenta que “fue muy revelador porque me di cuenta de que, más allá de la premisa de cada texto, en cada uno prevalecen mis preocupaciones esenciales, las cosas que miro del mundo y lo que me interesa narrar. Suelen ser temas puntuales, atravesados por la búsqueda de un sentido de pertenencia que nunca termina de forjarse ni definirse. La idea de compilar los artículos fue de una editora en Colombia, pero eran muchos y al principio me costaba encontrar algo que los amalgamara. Bastó empezar a releerlos para darme cuenta de que tenían una unidad conceptual muy clara, que tenía que ver con esa indagación permanente por el sentido de las cosas”.
Hilando más fino en su historia, esta autora colombiana asegura que forma parte de una generación que es “hija de padres que fueron jóvenes en una época en la que la rebeldía era el deber ser. Si tu madre batalló por la píldora anticonceptiva y triunfó, tu batalla ha de ser o bien superadora o bien contrapuesta. Yo lo que veo en muchos contemporáneos, supongo que a falta de ambiciones más grandilocuentes o a lo mejor en un afán por no parecerse a sus padres, es un vuelco hacia cierto tipo de conservadurismo en lo que respecta a la conformación de vínculos: les importa casarse, tener una propiedad, criar hijos y mascotas. Y para algunos eso parece ser lo verdaderamente revolucionario”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE