Los candidatos recorren la zona central del país, que vuelve a ser clave en el proceso electoral

Los equipos de campaña señalan que Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Capital definen las próximas elecciones

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Por MARIANO SPEZZAPRIA

@mnspezzapria

El desembarco en paralelo de Mauricio Macri y de Alberto Fernández en Córdoba y Santa Fe dejó en evidencia el peso que tiene la región central del país en el mapa político nacional. La provincia de Buenos Aires y la capital federal completan el campo electoral que será determinante para el resultado de los comicios, ya que entre los cuatro distritos reúnen unos 20 millones de votantes.

De acuerdo a cómo está planteada la campaña a sólo tres semanas de las PASO, el Presidente y su principal rival protagonizan una batalla de ajedrez electoral, que se podría resumir así: Macri cuenta con Córdoba para descontarle a Fernández la ventaja que le puede sacar en Buenos Aires. Y Alberto busca afirmarse en Santa Fe para contrapesar una derrota segura en la capital federal.

Las encuestas que manejan los equipos de campaña de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos indican, puntos más o menos, que en estos cuatro distritos centrales del país la cuenta final puede ser de suma cero. Entonces, la pequeña luz de ventaja que hoy estaría obteniendo Fernández sobre Macri corresponde a la performance opositora en la Patagonia y en el Norte del país.

En este contexto, Macri estuvo en Córdoba –su principal bastión en 2015- y obtuvo un gesto amigable del gobernador Juan Schiaretti, que aceptó cenar con el Presidente y su esposa Juliana Awada en un restaurante de la ciudad capital, lo que contrastó con el trato rígido de carácter institucional que unos días antes le había dado a Fernández y a la fórmula Lavagna-Urtubey.

Cuatro años atrás, Macri dio un batacazo en Córdoba y el candidato peronista Daniel Scioli sacó sólo el 19% de los votos y quedó en tercer lugar, detrás de Sergio Massa que obtuvo el 20%. Pese a la reticencia de Schiaretti, la remozada alianza peronista aspira a reunir el 30% de los sufragios, ya que Fernández cuenta con el apoyo explícito de los principales intendentes del PJ cordobés.

Tanta importancia le da el Frente de Todos a Córdoba que la semana próxima Fernández volverá a visitar la provincia mediterránea por segunda vez en 10 días, anticiparon fuentes de su entorno a este diario. Macri, que viene de una gira de los días por Córdoba y San Luis, aterrizará mañana en Mar del Plata, donde encabezará un acto en compañía de la gobernadora María Eugenia Vidal.

Justamente en territorio bonaerense es donde la alianza oficialista Juntos por el Cambio podría romper ese equilibrio que se registra ahora en la zona central del país: si logra descontar la ventaja que le lleva Fernández –en buena medida por la incidencia electoral de Cristina Kirchner en el Conurbano-, las victorias que espera obtener en Córdoba y la CABA inclinarían la balanza.

En la ciudad de Buenos Aires, el alcalde Horacio Rodríguez Larreta armó una alianza muy amplia que lo deja al borde de la reelección en primera vuelta, mientras que el peronismo espera hacer una elección mejor que los 24 puntos que sacó Scioli en 2015, aunque los candidatos locales no parecen sumarle demasiado en un distrito que es la base política original del macrismo.

Distinta es la situación que se registra en Santa Fe. En la provincia litoraleña viene mejor pisado el peronismo, que acaba de ganar las elecciones para la Gobernación –desplazando al socialismo- de la mano de Omar Perotti. El rafaelino recibió ayer a Fernández y se alineó con su campaña, algo que no había hecho cuando Cristina Kirchner viajó a Rosario para presentar su libro Sinceramente. En Santa Fe, Macri está complicado porque el socialismo juega con Lavagna.

 

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