En la dirección correcta y obliga a “hacer los deberes”

Edición Impresa

Por AMÍLCAR COLLANTE (*)

@AmilcarCollante

El acuerdo comercial firmado entre Mercosur y UE es una decisión en el rumbo acertada. Ya hace más de 20 años que ambos bloques intentaba llegar a un acuerdo. Argentina viene “chocando” desde hace décadas con límite de la restricción de dólares. Es un comportamiento a similar a los modelos de “stop and go” de los años sesenta. Básicamente, cuando no tenemos dólares el país se frena.

La vía genuina de solucionar este problema, no es tomando deuda. Ya que tarde o temprano hay que pagar capital más intereses. Tampoco es promoviendo restricciones al comercio (como las DJAIs de la época de Moreno) o un “cepo cambiario”. Como ya hemos visto cerrarse al mundo, “vivir con los nuestro”. No lleva a desarrollar el país y no soluciona el problema de fondo que es la pobreza.

En la historia económica reciente hasta hemos tenido controles de cambios y comerciales cuando nuestro principal bien exportable estaba precio internacional record. Por ejemplo, con la soja en el año 2012 que llegó a 650 dólares la tonelada.

Por eso, lo que tienen que crecer son las exportaciones. En ese sentido el Mercosur, donde Argentina tiene un papel protagónico, pasa de tener un acuerdo con un bloque que representa un mercado de más del 17% de las importaciones del mundo. Esto es muy importante. Ya que la Unión Europea tiene 800 millones de consumidores es una gran oportunidad para los bienes y servicios argentinos.

A priori, los sectores en los que ya somos más competitivos son los que favorecen por el acuerdo. Como es el caso el sectores vinculados agro, ganadería , las economías regionales , sector alimentos y el sector servicios, entre otros. Porque pueden tener una mayor inserción mundial y aumentar su producción y ventas.

El punto es que ocurre en la industria. Más precisamente donde argentina no es tan competitivo. Allí son necesarios plazos prudenciales para integrar nuestra economía y los desafíos son mayores. Por ejemplo, en el sector textil, automotriz, etc.

De fondo, la clave es si el país logra exportar más bienes y servicios al mundo. Para poder exportar, hay que ser competitivos. Esto no significa ser competitivos solo en precios, por un dólar alto. Si fuese por devaluar solamente. Argentina hubiese encontrado la solución. Para llegar a exportar más el país no solo tiene que formar parte de acuerdos. Sino que tiene que resolver sus problemas internos.

¿Cómo ser más competitivos?

Primero, para competir hay que tener una macro sana y equilibrada. El equilibrio fiscal e inflación baja es un requisito. Ahí solo hay mucho para trabajar. Tampoco se puede ser solo competitivo (o barata) devaluando, ya sabemos que esto tiene impacto social es muy grave. Para competir hay que impulsar una serie de reformas estructurales.

Hay que hacer más barato los costos de transporte y logística. Es necesario mejoras en la infraestructura . Que permitan llevar cualquier producto desde cualquier punto del país a Europa sea tan o más económicos que al menos los países de la región. Hoy gran parte del transporte en argentina es con camiones. Con costos altos , impacto en medio ambiente y elevados accidentes en rutas.

Se debe trabajar sobre la agenda impositiva y eficiencia del gasto. Es necesario una reforma y una baja de la presión impositiva en sectores productivos. Porque en la competencia también el que tenga un estado más eficiente tendrá ventaja sobre el otro país. No puedo exportar impuestos. No hay forma de ganar mercados así.

También son necesarias las reformas laboral y previsional. Por último, se debe trabajar en el aspecto institucional. Debemos cumplir con lo que nos comprometemos a nivel internacional e interno.

En síntesis, lo que debe resolver Argentina son temas que se vienen “pateando” gobierno tras gobierno. La apertura al comercio se debe dar de manera inteligente potenciando los sectores donde mayor competitividad tenemos. Hoy uno de los sectores que más divisas le da al país es “servicios basados en el conocimiento”. Representa el tercer complejo exportador detrás del agro y automóviles -en 2018 superó los 6.000 millones de dólares-. Eso es a lo que debemos darle mayor impulso. Y preservando a la industria que tendrá un plazo de hasta 15 años para competir de igual a igual (como es el caso de calzado, muebles y vehículos, etc)

En resumen, el acuerdo entre Mercosur y Unión Europea. Primero, revitaliza al Mercosur que es un bloque que tuvo pocos avances en los últimos años. Además, es una exigencia de encarar la agenda que Argentina viene esquivando (reformas estructurales e inserción al mundo). El rumbo de comerciar más con el mundo es correcto. El tema es cómo y en qué plazo se dará la apertura. Antes de mirar afuera. Hay que hacer los deberes adentro.

 

(*) Economista de la UNLP y docente de la UCALP

 

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE