Pobreza: un flagelo que castigó a todos los presidentes

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Fernando Coradazzi

fcoradazzi@eldia.com

El 30 de septiembre próximo, y a solo 28 días de la elección presidencial, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el índice de pobreza correspondiente al primer semestre del año que, según las estimaciones privadas, afectaría al 35 por ciento de la población. En números duros, esto significa que el país tendría más de 14 millones de pobres.

En cuanto a la indigencia, es decir los hogares que no pueden cubrir el costo de la canasta básica alimentaria, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica solo en el primer trimestre del año, había 3 millones de argentinos en esta condición.

Mauricio Macri asumió la presidencia prometiendo “pobreza cero”. Pero en sus cuatro años de mandato se incrementó más de un 5 por ciento.

Sin embargo, el drama de la pobreza viene golpeando a todos los presidentes desde el comienzo del ciclo democrático iniciado en diciembre de 1983.

Con la herencia del denominado “rodrigazo” en el gobierno de Isabel Perón -donde la inflación llegó al 777 por ciento anual- y el desastre de la política económica del Proceso Militar (con la destrucción del aparato productivo, aumento de la desocupación y pobreza y la enorme deuda externa) los siete mandatarios de la democracia, debieron lidiar con ese legado. Y tuvieron índices de pobreza por encima del 20 por ciento.

Según Chequeado.com, Alfonsín concluyó su mandato con 38,3 por ciento; Menem terminó el suyo con 26,7 por ciento; De la Rúa llegó al 35,4 por ciento; Duhalde al 49,7 por ciento; Néstor Kirchner lo bajó a 26,7 por ciento y Cristina culminó en 30 por ciento en 2015.

 

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