Se entregó el confeso homicida de Savoia
Edición Impresa | 20 de Septiembre de 2019 | 02:45

Maximiliano Basualdo, acusado de uno de los dos asesinatos ocurridos en enero de 2018 en una fiesta del barrio Savoia, se entregó ayer en una dependencia policial luego de que el juez de Garantías Pablo Raele ordenó la detención que había pedido el fiscal Álvaro Garganta y denegó la eximición de prisión solicitada por el defensor Juan José Losinno con un innovador planteo.
Como anticipó este diario en su edición de ayer, el abogado requirió desechar el pedido de detención a su cliente objetándole al fiscal que no aplicara en esta causa el “precedente (Daniel) Scioli”.
Cuestionó que no solicitara la detención del ex gobernador en la causa por presuntas irregularidades en la construcción de centros de salud (UPA) y sí lo hiciera con su defendido, ya que, según sostuvo, ambos sospechosos “colaboran con las causas, no escaparán y gozan de la presunción de inocencia”. “La causa Scioli refuerza la idea libertaria a pesar de las altas penas en expectativa y no ha sido óbice para el actuar de la Justicia. Desconozco porqué el fiscal Garganta le otorga un trato distinto a mi defendido pidiendo su detención lo que constituye una violación al principio de igualdad”, sostuvo Losinno.
Con Basualdo detenido, el defensor anticipó que hoy presentará un recurso de hábeas corpus ante la Cámara, que también deberá revisar el rechazo a la eximición de prisión.
Basualdo confesó uno de los dos crímenes, que enmarcó en una reacción ante una golpiza contra su hermano. Así, se posó en él la mirada de la Justicia que antes puso bajo la lupa (y detuvo) a sus hermanos Raúl y Nicolás. La defensa insiste en que se trató de un homicidio con exceso en la legítima defensa de un tercero (su hermano), y, por lo tanto “es eximible de prisión”.
Para los investigadores es un homicidio simple.
la fiesta que terminó mal
El hecho ocurrió el 20 de enero de 2018 en inmediaciones de una casa de 7 entre 475 y 476, donde había una fiesta privada y se desencadenó una “contienda en la que confrontaban varios sujetos”, se determinó en la causa. A consecuencia de esos incidentes fueron asesinados a puñaladas por la espalda Francisco Rubén Octavo Benítez (21) y Maximiliano Ezequiel Mengarelli (24).
Por el primero de los hechos fue acusada Laura Elizabeth Sosa (22), mientras que a Raúl Ignacio Basualdo le imputaron el crimen de Mengarelli. Antes de ser detenido estuvo preso por el mismo uno de sus hermanos, Nicolás, que fue liberado a los pocos días, mientras que en julio del año pasado se presentó otro hermano, Maximiliano, para confesar que fue él el responsable del homicidio.
Maximiliano “brindó prueba objetiva de sus dichos”, según el defensor, aludiendo a una lesión que el joven aseguró haber recibido durante el incidente. “Dijo que luego de asestar la puñalada recibió un botellazo en la cabeza” de parte de otro muchacho que reconoció haberlo descargado contra “el tipo” que apuñaló a su cuñado.
Después de eso, el 14 de septiembre “se ordenó una nueva IPP (instrucción penal preparatoria) para investigar a Maximiliano Basualdo, que no registró avances procedimental alguno desde el 31 de enero pasado”, se quejó Losinno en julio pasado.
Finalmente, y cambio de fiscal mediante, Raúl Ignacio fue liberado. Tras una serie de diligencias procesales Garganta solicitó la detención de su hermano Maximiliano y rechazó la eximición de prisión. En las próximas horas lo indagará y se definirá cómo sigue esta intrincada causa.
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