Un síndrome con características muy específicas

Edición Impresa

“Más allá de las clasificaciones -explica la doctora Andrea Abadi, médica psiquiatra infanto juvenil- existe una serie de características muy especificas que muchas veces pasan desapercibidas a la mirada de la familia o de algunos profesionales y que, en el consultorio, vemos a diario. Quienes viven con Síndrome de Asperger tienen una manera especial de mirar el mundo que los rodea y esto genera, muchas veces, un nivel funcional desajustado con el contexto”.

“En primera instancia -añadió Abadi- vale aclarar que dentro de los trastornos del espectro autista o fuera de estos, la falta de capacidad de empatizar con el otro, sociabilizar en forma adecuada, entender metáforas o abstracciones -afectando la interacción social recíproca, la comunicación verbal y no verbal-, las dificultades para aceptar los cambios en la rutina o en situaciones del contexto, el presentar un pensamiento rígido y, en general, el tener temas de interés atípicos o poco comunes para los individuos de su edad, son parte de la descripción de quienes padecen Asperger”.

“Estas características -describió la especialista- llevan a estos individuos a estar aislados en el aula o en las situaciones sociales, a presentar dificultades para relacionarse con otros y ser considerados “raros”. Por otro lado, el nivel de inteligencia para poder ser diagnosticados dentro de este cuadro debe ser normal o superior, es decir que en general no suelen tener dificultades en el rendimiento académico, aunque sí problemas en la interacción con sus pares”.

Con respecto a las características que manifiestan las mujeres con esta condición, la doctora Abadi destaca que “en el caso de las mujeres presentan una expresión atípica: si intentamos reconocerlas con los parámetros descriptos previamente, difícilmente logremos hacerlo. Las mujeres con Síndrome de Asperger suelen ser verborrágicas -a diferencia de los varones, que son más callados- y logran establecer vínculos, aunque son superficiales. Sus intereses también son restringidos y les cuesta mucho seguir la moda o los gustos de otras jóvenes o mujeres de su edad. Pero a pesar de sus características atípicas, sin embargo, su capacidad funcional en medios familiares y sociales se encuentra disminuida por esa severa dificultad en empatizar, adecuarse a los requerimientos del contexto social recíproco o entender sutilezas del discurso y de los vínculos sociales”.

“El nivel de funcionamiento de todos estos jóvenes -concluyó la especialista- suele hacer eclosión en la adolescencia o adultez temprana, y quienes presentan el cuadro tienden a sentirse inadecuados al intentar participar de actividades grupales, sociales o para encontrar pareja”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE