El policía que baleó a su ex pareja y a otras 2 mujeres también fue en busca del ex suegro
Edición Impresa | 26 de Septiembre de 2019 | 03:16

Dora Bordón (71) no logra entender todavía el ataque a balazos que en la noche del domingo protagonizó el policía Max Josué Godoy (27) en su casa de 83 entre 12 y 12 bis y en la entrada del edificio de 72 entre 2 y 3 donde vive su nieta Sabrina Belmonte (26), que fue pareja del agresor hasta hace 4 meses.
Bordón padeció en forma directa la balacera que el efectivo descargó en esa vivienda de barrio Monasterio, porque su hija Sandra González (49) y su nieta Maira (12) fuero alcanzadas por los proyectiles.
Al responsable de los violentos episodios en ambos domicilios lo creía un joven “tranquilo y muy conversador” por las “cuatro o cinco veces” que había estado en su casa mientras era pareja de Sabrina, contó Dora en una charla en exclusiva que mantuvo ayer con este diario en el frente de su vivienda.
Tal como lo informó este diario, Godoy atacó primero en 72 entre 2 y 3, donde abrió fuego contra Sabrina, quien recibió un impacto en la clavícula y otro en la ingle. Pero después se dirigió a la casa donde vive su madre Sandra, en 83 entre 12 y 12 bis, quien también fue herida de dos balazos, en el omóplato y cerca de la ingle, mientras que su hija Maira, que estaba detrás suyo, fue alcanzada por un proyectil que le atravesó la pierna derecha. Tras ser hospitalizadas, todas las víctimas están fuera de peligro.
Víctimas repetidas
Bordón recordó que cuando se desató el tiroteo en su casa ella “estaba en el fondo” y que se estremeció al escuchar las estampidas de los disparos.
En esos instantes se le cruzó por la cabeza que el destinatario había sido su marido. Y motivos no le faltaban: “Hace 3 años él evitó una entradera en esta casa para protegernos a los que estábamos adentro. En represalia, uno de los delincuentes le pegó un tiro en un glúteo”, explicó.
Pero esta vez la historia fue bien distinta, aunque también involucró a otros familiares que resultaron lastimados: su hija Sandra y su nieta Maira. Esto sucedió a las 20.20 del domingo.
Por lo que luego supo Bordón, el policía “tocó el timbre en el portón de reja del frente y mi nieto de 14 años abrió la puerta de la casa, que está a unos metros para adentro de la entrada. Pero enseguida salió mi hija (Sandra) y lo hizo meter para adentro”, relató.
A sabiendas de que Sandra no iba a abrirle el portón de reja del frente, el policía Godoy sacó su arma y abrió fuego, hiriéndola en el omóplato y cerca de la ingle. Los disparos hirieron a Maira, que estaba detrás suyo, perforándole la pierna derecha.
“Sandra fue llevada al San Martín en ambulancia y a Maira la trasladó mi esposo al Hospital de Niños, donde le dieron el alta y hoy (por ayer) tuvo que ir para una curación. A Sandra están por darle el alta en estos días”, aclaró.
Sabrina sigue internada en el San Martín, donde la operaron por las lesiones en la clavícula y el omóplato.
Bordón no comprende como el policía “no pensó en lo que hacía, después de tanto estudiar en la Escuela Vucetich, de donde egresó hace menos de un año”.
Enseguida se preguntó “¿y con lo que hizo qué ganó?, lastimó a mi hija y a mis dos nietas. Y tiró a matar, pero no lo logró de milagro. Ahora va a estar encerrado en una cárcel”, remató.
Durante la extensa nota que ayer brindó Dora Bordón con este diario, formuló algunas revelaciones que dejaron traslucir lo que fue la trama del brutal ataque a balazos consumado el domingo por Godoy.
“Mi nieta Sabrina y este policía mantuvieron una relación sentimental durante un año, que ella cortó hace 4 meses porque se cansó de algunas cosas que la desgastaron mucho”, explicó.
Calificó al joven como “muy celoso” y decidido a alejar a la chica “de su familia y amistades”.
“Por eso las hermanas de Sabrina no estaban de acuerdo con que mantuviera esa relación”, indicó.
Sin embargo, a Godoy no le resultó fácil asimilar la ruptura con Sabrina, por lo que, según lo informado por el entorno familiar de la joven, quiso revertir la decisión de la joven.
“La llamaba seguido por teléfono e iba al edificio de 72 entre 2 y 3 para tratar de hablar personalmente con ella”.
Como si fuera poco, Bordón señaló que “inclusive hostigaba al papá de Sabrina”.
Según Bordón, el domingo “lo fue a buscar también a su casa, a 10 cuadras de la mía, seguramente para dispararle, pero por suerte había salido, de lo contrario era una víctima más”.
La mujer está convencida de que “la principal bronca de este muchacho (por Godoy) era contra Sabrina”, quien trabaja en el Hospital de Niños como instrumentadora quirúrgica, como también está segura de que atacó a tiros a las demás “para hacerla sufrir más a ella”. Lo mismo supone el fiscal Álvaro Garganta, que agravó el ataque a González porque tuvo como pretensión “lastimar los sentimientos” de su ex pareja.
Gracias a Dios están todas fuera de peligro, pero por poco no hubo una tragedia”, cerró Dora.
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