La Selección Argentina deja la ciudad de Wuhan y su combinación de pasado y futuro

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Pase lo que pase, hoy será la última presentación de la Selección en Wuhan, ciudad capital de la provincia de Hubei con sus más de 10 millones de habitantes.

Característica por el constante tránsito, por sus imponentes centros comerciales y sus edificios que iluminan la noche de manera artística, detrás de las grandes construcciones aparecen templos imponentes, como la Yellow Crane Tower (Torre de la Grulla Amarilla), uno de los símbolos de la ciudad, que fue construida en primera instancia en el 223 d.c. y luego reconstruida en 1891. Pulmón verde de los que no abundan, todo el parque que tiene como epicentro la torre, representa la posibilidad de desconectarse del ruido mecánico y de repasar las leyendas de Wang Zi’an y de Fei Wenyi, de quienes se dice que montaron una grulla amarilla luego de convertirse en inmortales, y que solían descansar en la Colina de la Serpiente.

Además, subir los más de 150 escalones hasta la cima de la torre, permite obtener una vista panorámica privilegiada de Wuhan, desde la cual se puede ver el río Yangtze, que divide a la ciudad en dos.

Otro de los puntos turísticos por excelencia, relacionado con la cultura oriental, tiene como epicentro la Universidad de Wuhan, con más de 53.000 estudiantes. También aislado del ruido cosmopolita, el campus cuenta con el mítico Old Building, las distintas facultades, entre las que se destaca la de Física, y el Museo de Arte Wanlin, que actualmente ofrece una exhibición de pianos históricos, y cuenta con la particularidad de que los estudiantes pueden acercarse y ensayar melodías clásicas en los mismos, lo que sucede a menudo.

Atrás quedará todo esto a partir de mañana. Y es que el viaje de la Selección Argentina rumbo a Tokyo, tendrá su próxima estación en Foshan, a 847 kilómetros de Wuhan y sus templos.

 

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