Investigadores platenses ganan un concurso nacional con una barra de cereal para diabéticos

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Entre un total de 100 ideas, un proyecto de investigadores del Conicet La Plata sobre alimentación saludable ganó el Premio Arcor a la Innovación. Se trata de una barra de cereales apta para diabéticos elaborada a partir del residuo que deja la producción de cerveza.

Una barra de cereales apta para personas diabéticas a partir del subproducto – es decir el residuo – de la elaboración de cerveza resultó el proyecto ganador del premio organizado por esa empresa alimenticia junto con la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, y al que se presentó un total de 102 participantes.

La idea, que recibió 200 mil pesos, pertenece a un equipo de científicas del CONICET en el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP-CICPBA), y fue seleccionada en un acto realizado el jueves pasado.

Presentada por primera vez en 2017 durante Technofair, un evento organizado por una cervecería nacional, la iniciativa ya había sido finalista en el Premio INNOVAR 2018.

Sus creadoras continuaron trabajando en la mejora permanente del producto hasta arribar a una fórmula que ha reemplazado todos sus componentes azucarados por edulcorantes como sucralosa o estevia para adaptarse a las necesidades de personas diabéticas.

Además tiene como ingrediente principal al bagazo de la cebada, tal como se denomina al subproducto que genera la industria cervecera, un rubro, además, en constante crecimiento.

“Las barras de cereales utilizan avena o granola como base, y en este caso el hecho de incorporar un residuo que normalmente se descarta permite no sólo abaratar costos de producción sino también aumentar el aporte de nutrientes esenciales, teniendo en cuenta que naturalmente los posee en cantidades muy abundantes. Comparado con las marcas comerciales, este producto saludable aportaría casi el doble de fibras y un cuarto más de proteínas, a la vez que disminuiría el tenor graso”, dijo Paula Bucci, becaria doctoral del CONICET e integrante del equipo ganador.

Pero eso no es todo, ya que el desarrollo también vendría a solucionar un problema del medio ambiente, dado que el bagazo se genera en volúmenes enormes: a razón de 2 kilos cada 10 litros de cerveza.

 

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