La Plaza Rocha, jaqueada por el vandalismo y el descuido

Se ven bancos quemados y pintadas por doquier. Banderas hechas jirones, monumentos en pésimo estado y falta de limpieza

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Caracterizada por muchos vecinos como “la plaza de los mil verdes” por la variedad de tonalidades que ofrece en distintas épocas del año, por estos días la Plaza Rocha, enclavada en la intersección de las avenidas 7 y 60, exhibe también un catálogo interminable de falencias.

En parte por el vandalismo, cuya omnipresencia en La Plata no ha dejado casi ningún espacio sano, y en parte también por la falta de cuidados y mantenimiento, la plaza que homenajea al fundador de la Ciudad está lejos de su esplendor.

A cualquiera que la recorra no dejará de llamarle la atención la suciedad que se aprecia en diferentes rincones: botellas plásticas tiradas, bolsas de basura rotas, paquetes de galletitas y residuos de todo tipo tapizan el paseo.

Las veredas interiores son un muestrario de baldosas rotas, situación que está en sintonía con las de casi toda la Ciudad, pero al tratarse de un espacio público altamente transitado es de esperar que el Municipio se ocupe de su cuidado.

Para el descanso de los visitantes hay bancos en los que todavía es posible sentarse. Pero también hay otros que brillan por su ausencia. Es literal: a unos veinte metros del monumento central vándalos prendieron fuego un banco de madera que se consumió por completo. Hoy sólo quedan dos pedazos de hierro retorcido que evocan lo que alguna vez fue un asiento de la plaza.

“El estado de abandono es tal que anoche hasta hicieron un asado en los canteros”, advirtió una asidua visitante a la plaza, quien acompañó su reclamo con una foto de las cenizas que quedaron. “Ya hice la denuncia al Municipio”, dijo a través del WhatsApp de EL DIA y agregó que “además los juegos están todos rotos. Lo único bueno es que el pasto está corto. Todo lo demás está absolutamente abandonado”. Es cierto: allí donde todavía sobrevive, el pasto está corto. Pero hay amplios sectores en los que el verde césped en el que solían sentarse los estudiantes y las familias a tomar mate, prácticamente se ha esfumado, al igual que ocurre, por caso, en diferentes zonas de la Plaza San Martín.

Si se observa el monumento central -en homenaje a Rocha e inaugurado en 1934- se lo verá tapizado por los grafitis, que con sus firmas ilegibles poco tienen que “arte urbano” y mucho de vandalismo. El enrejado perimetral está roto. Y al interior, junto al hay monumento, hay un colchón de dos plazas tirado. De los dos mástiles del monumento cuelgan sendas banderas hechas jirones.

Ya meses atrás este diario advirtió que la plaza también es blanco de la guerra de pintadas futboleras, y se ven postes y árboles con inscripciones alusivas a los clubes platenses.

De forma octogonal y rodeada de históricos edificios, como el de la Biblioteca central de la Universidad Nacional de La Plata y la facultad de Bellas Artes, la plaza pide auxilio.

 

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