Llega a Netflix una historia de rebelión con aroma a Oscar

La nueva película de Aaron Sorkin aterriza el viernes en la pantalla on demand para recrear un juicio con mucho para decirle al presente

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1968: qué año. Año de utopías, pero también de revoluciones aplastadas, como la Primavera de Praga o el sueño de Martin Luther King, asesinado ese año, al igual que Robert Kennedy; año en que los atletas olímpicos levantaron el puño en protesta a la segregación racial en Estados Unidos, y los despojaron de sus medallas; el año del Mayo Francés, el año que orbitamos la Luna por primera vez, el año del ascenso de Nixon al poder, el año de Estudiantes campeón del mundo. Y también, el año de los Siete de Chicago, una historia no tan conocida en el mundo pero que en Estados Unidos se volvió un relato icónico de resistencia.

Esa historia es la que llegará desde el viernes, a través de la pantalla de Netflix, con “The Trial of the Chicago 7”, que ya suena como uno de los favoritos para el Oscar. Detrás de esta película de Netflix está Aaron Sorkin, el famoso creador de “The West Wing” y “The West Wing” y “The Newsroom”, y guionista de “Red Social”, cuyos brillantes y apasionados guiones le han convertido en toda una referencia de la televisión y del cine.

Aquí no solo es guionista sino también director de una película basada en hechos reales y que, pese a estar ambientada en los años 60, tiene evidentes conexiones con la turbulenta situación actual de Estados Unidos.

LA HISTORIA

“The Trial of the Chicago 7” narra el polémico juicio en el un grupo de activistas de izquierdas fueron acusados de haber provocado unos disturbios en la Convención Nacional Demócrata de 1968. Este juicio adquirió un carácter simbólico al entenderse que era un intento a la desesperada del “establishment” por frenar los deseos de cambio de la contracultura de los 60 y las reivindicaciones para acabar con la guerra de Vietnam. Ese espíritu de protesta de los años 60 se refleja muy bien en la cinta, donde aparecen hippies, las Panteras Negras e incluso hay un cameo bastante curioso del poeta Allen Ginsberg.

Aunque a la película le cuesta un poco carburar, “The Trial of the Chicago 7” exhibe el estilo absolutamente reconocible y vibrante de Sorkin con diálogos audaces y réplicas ingeniosas en los que todos los personajes parecen tener la frase adecuada para cada momento. Con un montaje fabuloso, que entrecruza el pasado y el presente, la película es un nuevo ejemplo del idealismo de Sorkin, un autor más interesado en imaginar una visión perfecta y aspiracional de Estados Unidos que en reflejar la realidad del país.

Otra fortaleza de la película de cara a los Óscar es su enorme elenco en todos los sentidos: de Sacha Baron Cohen a Eddie Redmayne pasando por Michael Keaton, Jeremy Strong, Frank Langella, Mark Rylance y, principalmente, Yahya Abdul-Mateen II, todos y cada uno de ellos tienen su momento para brillar.

Pero este mismo reparto también puede ser una contra de cara a los Óscar: en un Hollywood cada vez más pendiente de la diversidad, chirría que en una película con entre diez y quince personajes principales no haya ni una sola mujer con peso en la historia.

En cualquier caso, lo más atractivo y vibrante de “The Trial of the Chicago 7” es la conexión de sus temas con el presente, ya que el derecho a la protesta, las libertades civiles, la lucha contra la injusticia o el debate entre la izquierda moderada y radical son asuntos muy importantes en Estados Unidos, especialmente a muy pocas semanas de unas nuevas elecciones presidenciales.

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