De tanto rogar, al final llegó la lluvia

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“Dios nos envió la lluvia y apagó las llamas”. Cargadas de religiosidad y alivio, las palabras del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti daban cuenta ayer de la preocupación que había entre vecinos y funcionarios ante el poder destructivo de los incendios forestales que arrasaron más 300.000 hectáreas desde el pasado mes de julio. Eso se terminó con una descarga de agua que empezó por la tarde y ya en la noche vino con un chaparrón. Eso alcanzó para terminar las llamas y los cinco meses sin lluvias significativas que alentaron el desastre.

El gobernador analizó en su cuenta de Twitter: “En un año donde el clima es cruel y castiga a Córdoba con los incendios, a medianoche cuando el fuego estaba ingresando a Capilla del Monte, Dios nos envió la lluvia y apagó las llamas. Seguiremos trabajando con todas nuestras fuerzas”.

Las lluvias que se mantuvieron dispersas durante toda la jornada, tuvieron mayor intensidad en sectores como la localidad de Las Varas, en el departamento San Justo, donde cayeron 70,4 milímetros desde anoche, y en Santiago Temple (Río Segundo), donde se registró la caída de 67 milímetros.

En el resto de la provincia seguía la lluvia con variada intensidad. Todos los focos estaban apagados ayer, en una jornada donde los bomberos seguían monitoreando el fenómeno.

 

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