La Justicia levantó la orden de detención de Evo Morales, que ya piensa en el regreso a Bolivia

El exmandatario aseguró que la fecha de su retorno al país será fijada por la Confederación de Trabajadores Campesinos

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La justicia boliviana anuló la orden de detención contra el exmandatario izquierdista Evo Morales por supuestos delitos de terrorismo, una semana después de la elección de su delfín Luis Arce como nuevo presidente.

La orden de arresto contra el exmandatario exiliado en nuestro país fue levantada, porque “se vulneraron sus derechos, básicamente el derecho a la defensa debido a que no se citó debidamente al expresidente”, dijo el titular del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, Jorge Quino.

La Fiscalía General de Bolivia había imputado a Morales el 6 de julio por supuestos delitos de terrorismo y su financiamiento y solicitó nuevamente su detención.

Otra orden de arresto por sedición y terrorismo había sido dictada en diciembre contra Morales, luego de que renunciara a la presidencia el 10 de noviembre en medio de una convulsión social y acusaciones de fraude electoral.

El exmandatario indígena y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), habían rechazado todos los cargos y afirmado que tenían motivaciones políticas.

La fiscalía había abierto incluso otra causa a Morales por supuesto fraude en las elecciones de octubre de 2019, en las que ganó la reelección a un cuarto mandato, pero luego fueron anuladas tras denuncias de irregularidades. No hubo avances en este caso en la Justicia.

Además, la fiscalía había intentado a inicios de este año conseguir que la Interpol emitiera una orden de arresto internacional contra Morales, pero el organismo lo rechazó por considerar que se trataba de asuntos políticos, no criminales.

Morales fue blanco de numerosas acusaciones del gobierno transitorio de Jeanine Áñez a lo largo de la campaña hacia las elecciones del 18 de octubre, que ganó Arce, su exministro de Finanzas y artífice del “milagro económico” de los 14 años de su mandato.

El 4 de septiembre, el gobierno de Bolivia contactó a la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya para denunciar a Morales por supuestos crímenes de “lesa humanidad” por los bloqueos de rutas de agosto.

Sin embargo, esta acción pareció ser meramente simbólica y en busca de réditos electorales, pues un Estado puede pedir a la CPI que examine si es procedente que intervenga en determinado caso, pero la Corte lo hace solo cuando ha fracasado el sistema penal nacional. La fiscalía boliviana había dicho que investigaría los bloqueos, pero nunca informó de avances.

CERCA DE PEGAR LA VUELTA

Ahora, el expresidente socialista Evo Morales prepara su regreso a Bolivia, tras un año de exilio, pero descarta cualquier participación en el gobierno de su delfín Luis Arce y asegura que se dedicará a la actividad sindical y la piscicultura.

Sin que aún se haya fijado la fecha de la toma de mando de Arce y del vicepresidente electo David Choquehuanca, Morales dijo que la Confederación Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia será la instancia que decida el día de su retorno.

“Hay compañeros que me piden que vaya a la posesión y estoy muy agradecido. El hermano (presidente de Argentina) Alberto Fernández, tan solidario, tan humano, me ha ofrecido llevarme a Bolivia. Tengo invitación (a la ceremonia). Pero van a decidir los movimientos sociales”, enfatizó. (AFP)

 

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