Temprano y luctuoso saldo de accidentes en las rutas del verano

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La mayor afluencia en estos días de vehículos en las rutas del verano, a partir de las liberaciones a la circulación que se vinieron presentando, le dieron prematuro y lamentable contexto a dos choques frontales que dejaron el saldo de varias víctimas fatales y heridos, en sendos accidentes automovilísticos ocurridos, uno, en el tramo que une General Conesa y General Madariaga, y el otro en ruta 11 a la altura de Costa Esmeralda. En el primero de esos siniestros, las víctimas del luctuoso episodio son jóvenes de La Plata, de modo que una fuerte conmoción y dolor recorren en estas horas a nuestra sociedad.

Al mismo tiempo, tal como se informó ayer en este diario, el tránsito de la Región parece haber recobrado el caos endémico que lo caracteriza, luego de que en los meses de la cuarentena hubiera bajado el número de víctimas, por el consecuente menor caudal de vehículos en las calles. Ahora, en las últimas jornadas, el número de víctimas ya repuntó.

Como se sabe, en las últimas horas falleció un joven accidente que estaba internado en el hospital San Roque de Gonnet, por las heridas que sufrió hace pocos días al chocar con su moto contra una camioneta. De este modo, ya son 36 las víctimas fatales por accidentes de tránsito en nuestra zona en lo que va del año

Tal como se ha dicho reiteradamente en esta columna, constituiría una irresponsable conclusión atribuir estos accidentes a la obra del mero azar, cuando en realidad son resultantes lógicas de una indisciplina general y de un desconocimiento de las leyes viales, que sigue advirtiéndose en las calles.

Si bien no pueden negarse que se advierten algunos avances positivos –por ejemplo, el que se percibe ahora en la mayoría de los conductores acerca del comportamiento que debe guardarse en las rotondas, facilitándole prioridad de paso a quienes transitan por ellas- persisten también numerosas muestras de no acatamiento a las leyes del tránsito, reveladoras de que es la falta de educación vial de los conductores la falla más gravitante.

Sólo de la mayor comprensión de automovilistas y peatones sobre la importancia de respetar las leyes del tránsito, depende que se logre progresar en un tema que hoy enluta a la crónica diaria y, lo que es peor, sin que pueda atribuírselo a la fatalidad.

También resulta evidente que no se puede continuar en las condiciones actuales, convirtiendo la vida en la calle en una aventura temeraria y anárquica. Tan evidente como lo es que siguen notándose omisiones en la prevención y formación educativa, por lo que resultan cada vez más indispensables las campañas de concientización, de modo que tanto peatones como automovilistas aprendan de una buena vez que la vía pública puede y debe ser convivida en forma armoniosa y no caóticamente. Un aprendizaje que debiera inculcarse en las escuelas, de manera temprana y continuada-

En cuanto al uso de autopistas y rutas, los simples datos de la realidad, como, por ejemplo, el inicio de los desplazamientos masivos de vehículos hacia destinos turísticos, obligan a los conductores a hacer uso de mayores usos de prudencia en el manejo. Tal recomendación debiera verse promovida en campañas viales por parte de las autoridades, en las que, asimismo, se advierta que existen enormes diferencias entre la conducción por calles de una ciudad y la que demanda el manejo en rutas y autopistas de tránsito más rápido.

 

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