“Para ayudarlo a Maradona hay que ser antipático con él; y hay que bancársela”
Edición Impresa | 6 de Noviembre de 2020 | 02:24

Por FERNANDO ALEGRE
Referirse a la situación actual por la que atraviesa Diego Maradona merece de mucha responsabilidad intelectual. Y frente dicho contexto, la palabra de un profesional de la salud como Miguel Ángel Russo, Psiquiatra Deportivo y también actual Presidente de Atenas, significa una voz autorizada, edificada en la experiencia.
De esta manera, el experto analizó el presente del Diez sin dejar de lado ningún aspecto a tener en cuenta para intentar comprender por qué se llegó a una nueva operación y cuáles deberían ser los pasos a seguir en su recuperación.
“Me parece un disparate lo que uno ve”, comenzó sin pelos en la lengua. “No lo sigo tanto el tema, pero miré un poco la otra vez y me dio congoja”, continuó. “Lo más grave acá, al margen de la salud de las personas, es la dignidad y la libertad de las personas. No tenés que ser médico para darte cuenta de que Maradona ha perdido la autonomía. No se vale por él mismo; ni para trasladarse. Eso es una barbaridad en cuanto a la exposición de una persona”, remarcó. “Entonces cualquiera me puede decir: ´es Maradona´. Sí, pero Maradona está así por ser Maradona. No se lo está cuidando porque se lo está exponiendo. Para cuidarlo, no tiene que decidir, algo imposible teóricamente. Pero las decisiones se nota que no las toma él”, sostuvo.
“Acá se terminó la magia y se acabó todo porque se muere el loco”
Miguel Ángel Russo,
Psiquiatra Deportivo.
- ¿Qué hay que hacer?
- En este momento tiene que ser una cuestión médica porque tiene una falla multiorgánica. Aparte de que sea eso el raconto y el final o la decantación de cómo vivió, más que que la vida te pega el vuelto, es cómo empezás a transitar aparejado según la edad que tenés. Lo vi medicado. Lo vi con retención de líquido. No tiene reacción. Además tiene un entorno totalmente nocivo, aún de los que lo quieren. Entonces esa incertidumbre, de ese contexto de Maradona, logra ser una incertidumbre científica también. Porque un hematoma subdural es algo traumático. Supongo que se ha caído o se ha golpeado. Ya la adicción queda casi en un segundo plano, si bien puede ser la protagonista de la debacle. Pero de ninguna manera en este estado. No hay que perder la dignidad, la ética. Pero estamos hablando de otra cosa. Hay momentos en que nosotros no podemos decidir más. Y en este caso, hasta que esté bien o no, si logra estarlo (ojalá), no puede decidir él de ninguna manera. Para ayudarlo a Maradona tenés que ser antipático con él; y hay que bancársela. Si no, seríamos todos amigos del Diego. El Diego es el Diego. Pero también, te lleva a que se muera antes así.
- ¿Y cómo se transita esto ahora tras la operación?
- Por lo que estamos hablando, transita de acuerdo a la lucidez que tenga o no Maradona en su momento y diga: ´me sacan de acá´. Y se tiene que quedar un año internado, al margen de lo orgánico en general. Tendría que intervenir un juez de familia o lo que sea y, por ley, que esté inhabilitado para decidir por ahora. Porque sino, no terminás más. Es el ritmo de él. No es el ritmo de la ciencia ni del cuerpo ni la mente de él. Sabemos que es sobrenatural Maradona. Pero acá se terminó la magia y se acabó todo porque se muere el loco. Y la forma de cuidarlo no es exprimirlo. El enfoque básico es éste. Porque después está todo dicho. Es una película que ya vimos. ¿Cómo te creés que va a terminar? ¿Va a terminar corriendo en el Bosque? No. Ahí es donde estamos todos los que de alguna manera lo podemos haber idolatrado. Es inevitable asumir lo que nos dio Maradona. Pero la forma de devolverle algo es cortarle el rostro e internarlo con un equipo multidisciplinario. Lo vi en televisión y me dio un poco de cosa. Preparaste todo porque es el cumpleaños de él, está bien. Pero lo matás. Porque está vulnerable. No está en una situación para poner el pecho como antes. Se lo expone mucho. No sé cuál es el entorno. Pero el que lo salva a Maradona no es el que tenga contacto actual. El que lo salva es el que logra hacer lo que él no quiere. El enfoque es sobre la dignidad de las personas. Él hace rato que no puede decidir. Porque las decisiones son científicas, son médicas. No es lo que le parece a él o dónde está más cómodo. Nadie le explicó eso. ´Te saca del c..´. Está bien. Pero alguien se lo tendría que haber explicado en la vida. ´Es Maradona´. Por eso lo trato así, porque es Maradona. Como esto no se le dijo nunca, somos corresponsables todos. Fue así toda la vida. Nosotros le damos impunidad a Maradona. ´El Diego hace lo que quiere´. Pero en un momento no hace más lo que quiere. No se respetó nunca a él mismo, más que a nosotros. También es la decantación de toda la vida en cuanto al deporte y a todo lo demás. Cualquier tipo a los 60 años, al margen de que sea Maradona, tendría que estar no impecable pero más o menos. Pienso que bastante bien aguantó. Porque no fue cuidado nunca. Porque cuidarlo es que no decida, por más que sea Maradona. Los médicos en un momento también bailan al ritmo de él hasta estando mal, no pudiendo decidir. A veces es bueno que se den cuenta que es un delirio eso que hacen. Para curarlo a Maradona y ayudarlo, se blanquea. No tenés que esconderlo. Ya estuvo así toda la vida.
“La forma de devolverle algo es cortarle el rostro e internarlo”
Miguel Ángel Russo,
Psiquiatra Deportivo.
- Entran en juego intereses de todos lados...
- Pero por eso te digo: ¿hablamos de intereses o hablamos de la vida de un tipo? Yo voy a apostar siempre por la vida del tipo. Para ayudarlo, tenés que concentrarte en que no es Maradona. Porque sino perdonás, cedés. Uno se hace vulnerable, flexible. En la vida de Maradona, supongo, todo lo provisorio es eterno. Es como el parche del caño cuando no llamaste al plomero. Y lo tapás y lo tapás. Acá se tapó todo. Y esto es un parche más. Nunca de teología, de base. Abordarlo seriamente. ´Pero el Diego viste cómo es´. Basta de eso. No es una cuestión aguda. Más bien es una cuestión crónica que se ve agravada por su vida más su entorno. Porque al final el entorno siempre es transitorio, fugaz y fortuito. Y después se matan entre ellos. No suma nada. Él es responsable de muchísimas cosas buenas y muchísimas cosas malas, ni hablar. No soy quien para juzgarlo ni se merece que nadie lo juzgue. Solamente cuidar la libertad, la autonomía, la dignidad de la persona, al margen de la salud. Y él perdió la libertad, perdió la dignidad. Está vulnerable y no puede decidir nada. Ni se lo puede exponer como se lo expone. Acá no se negocia ni con contrato ni con guita. No existe nada. Esto es ética, dignidad y medicina. Pero está claro que nunca se pudo abordar de esa manera. Él es responsable y todo su entorno totalmente responsable. Y nosotros también por una cuestión de honestidad intelectual. Me siento responsable como parte de la sociedad.
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