Elegir entre inflación o recesión
Edición Impresa | 8 de Noviembre de 2020 | 07:52

Por OSVALDO GRANADOS
El gobierno está jugando varias partidas simultáneas de ajedrez. Al principio pensaba que ganaba fácil, casi sin adversarios.
Las cosas comenzaron a complicarse.
En un tablero, el más difícil, la economía, se dieron cuenta que por primera vez en la historia no tenían plata ni podían pedir prestado.
En otro tablero, le ganaron la calle, por derecha y por izquierda.
Les fue muy bien donde jugaban contra Comodoro Py y avanzaron con la dama presionando a la Corte Suprema. La reforma será un posible Jaque Mate.
La CGT, está a la defensiva, allí no hay problemas.
Los jubilados no pudieron intentar ninguna defensa, declinaron el rey en cinco jugadas.
Pero, comenzaron a preocuparse, por el primer tablero, el de la economía. Si fracasaban, tendría una fuerte repercusión sobre las demás partidas.
Se dieron cuenta, que las primeras jugadas los llevaban a una derrota con consecuencias. “Quedarse con acciones de las empresas, Vicentin, expropiaciones, poner en duda la propiedad privada”. Muchos errores no forzados. Pérdida de piezas.
En ese momento decidieron que había que dejar jugar a Martín Guzmán.
Allí vino el volantazo.
Se reunió con los principales empresarios del país. Les dijo que habrá menos emisión, Fernanda Raverta, titular de la Anses, señalo que el bono de 10.000 pesos estaba en estudio.
¿Cuál es el objetivo?
El ministro dio a entender que arreglará con el FMI y a fin de año le pedirá un préstamo.
Aquellas viejas promesas, previas a las elecciones, según las cuales, nunca se volverían a endeudar con el Fondo quedaron en el olvido.
El giro a la ortodoxia se completa cuando ante un pedido de los empresarios, primero autorizó incrementos de precios a todos los importados y después señaló que muchos artículos que están con el titulo de “precios máximos”, pasarían a “precios cuidados”. Algo más light y descafeinados.
La señal es para los mercados ¿Qué quieren decir?
Que al Gobierno le importa la parte fiscal.
El plan diseñado para evitar el “mate” es el siguiente: agresiva desmonetización de la economía para seguir bajando la brecha cambiaria y generar certeza en los mercados durante varios meses.
En buen romance significa, sacar plata de la calle.
Dicen que durante noviembre y diciembre no le van a solicitar asistencias del Banco Central al Tesoro. En forma de Adelantos Transitorios, después de las cancelaciones de estos días.
Las devoluciones fueron posibles porque recaudaron 254.671 millones en la licitación de cinco títulos, que incluyó un bono dollar-linked por el equivalente a 1.660 millones de dólares casi el 70 por ciento por arriba de la oferta inicial de 900 millones de dólares.
Cerraron el grifo entre el Tesoro y el Bando Central.
Síntesis: no emitimos pero se viene un Festival de Bonos.
Por el momento es positivo: reduce la emisión y la presión sobre la inflación. Dejan de fabricar plata y se endeudan. Dejamos de tirar leña al fuego en materia inflacionaria.
Marca un camino y calma las expectativas de devaluación.
“Veremos si tiene continuidad”, dicen varios analistas.
En ajedrez, es evitar un mate en tres jugadas y fortalecer la defensa. Para eso sacrifico una torre y un alfil.
Eso sí, la partida no terminó.
Todo esto no es gratis, la venta de bonos y el aliento para los títulos en pesos atados a la evolución del dólar oficial se paga caro.
Para el presidente del Banco Central la distancia entre el dólar ahorro (139) y el blue (164) debemos reducirla a 10 pesos, y no más.
La clave, ahora es recuperar reservas.
Todos saben que el BCRA está en negativo. Falta que el campo comience a liquidar lo que está en silo bolsa.
¿Por qué lo hicieron?
Tenían que elegir: inflación o recesión.
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