Coronavidad: adaptarse a unas fiestas diferentes

Reuniones reducidas, rituales cancelados por la distancia y costumbres familiares que se verán afectadas en los festejos de Navidad y Año Nuevo por las restricciones que generó la pandemia

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Llegamos a diciembre. Así como quién no quiere la cosa, el año volvió a pasar rapidísimo más allá de sus particularidades. En dos días muchas familias armarán el Árbol de Navidad y las celebraciones de las Fiestas es, hoy más que nuca, el tema a debatir.

“¿Con esto del coronavirus, Papá Noel tiene que estar aislado o puede venir igual?”, le preguntó Bruno (5) a su hermano mayor Valentín (7) que le respondió que como “es mágico, no se puede contagiar”. La anécdota es de los hijos de Paula, que la escuchó en el desayuno hace unos días. “Me sorprendió el tema de conversación que tuvieron. Yo estaba con ellos y no necesité responder nada, pero veo al nivel que ha llegado la pandemia que los chicos se cuestionan estas cosas”, cuenta esta mujer que este año tuvo que pensar un poco más en cómo organizar las fiestas de fin de año.

“Entre tíos, abuelos, primos y amigos siempre somos más de diez, tanto para Navidad como para Año nuevo, así que hubo que reorganizarse y pensar cómo dividirnos para que nadie quede colgado tampoco”, explica Paula.

Y es que si bien la cuarentena se flexibilizó en gran parte del país y se pueden hacer reuniones pequeñas, hay zonas que aún mantienen el aislamiento porque los casos de coronavirus no merman. Es por eso que en estas fiestas va a haber familiares separados por medidas de aislamiento. La “coronavidad” es el nuevo término que nació para bautizar unas fiestas marcadas por la pandemia de COVID-19. Y el miedo y la ansiedad amenazan con destruir los mejores propósitos de una festividad entrañable.

“Desde que me vine a estudiar a La Plata, todos los años viajaba a La Pampa a pasar las fiestas con mi familia. Pero esta vez ya arreglé para sumarme a la reunión en lo de un amigo de acá porque la provincia estuvo bloqueada hasta hace poco y mis viejos tienen mucho miedo de contagiarse. Prefiero pasarlo tranquilo aunque los extrañe”, dice José, un joven agrónomo sobre lo que será su primera celebración de fin de año en la Ciudad.

“Mi amigo también era del equipo de los que viajábamos a fin de año pero decidió no complicarse ni estresarse más y haremos un asadito para compartir. Por suerte está la tecnología para acercarnos a los seres queridos. Este año fue fundamental eso”, agrega José.

Según los especialistas, bajo un estado de alarma, con distintas normativas según los lugares de procedencia y cambios continuos en las mismas, es normal que experimentemos cierta angustia ante la pérdida de la sensación de control. Estas dudas pueden llevarnos incluso a experimentar cierta frustración personal. Lo mejor, recomiendan, es afrontar lo que viene con el mayor optimismo posible y remediar las carencias con perspectiva.

Es bueno mantener los rituales de las Fiestas adaptándolos a la situación actual

 

En cierto modo, se necesitan celebraciones ahora más que nunca para levantar el ánimo de los niños y darles la esperanza de un mañana más brillante.

Cuando se toma el tiempo para pensar en la familia, las amistades, el amor y los logros, e incluso cuando no se puede compartir como otros años, se le muestra a los más chicos que es posible divertirse y disfrutar de los simples placeres de la vida. Así no solo se crean recuerdos especiales, sino que también le están enseñando a los niños habilidades para la vida que los ayudarán a superar los altibajos.

Los expertos comparten algunas pautas sobre cómo mantener el espíritu festivo a pesar del contexto tan particular. Hay que pensar en las maneras en las que la familia se siente unida, y organizar algo en previsión de que no se puedan reunir sus miembros, ya sea de manera presencial u online.

“¿Con esto del coronavirus, Papá Noel tiene que estar aislado o puede venir igual?”

 

También, en la medida de lo posible, está bueno mantener los rituales familiares de cada Navidad, adaptándolos a la situación actual. Por ejemplo, si se suele comer un plato típico preparado por un familiar, que este año se conecten todos y sea el autor de la receta quien explique los pasos al resto.

Decorar la casa como es habitual, no caer en el “total para qué”. Siempre se pueden compartir fotos en los grupos de WhatsApp y en las redes sociales.

Hay un punto que es fundamental: cuando se tengan que tomar las decisiones que afectan a toda familia, lo ideal es hacerlo en conjunto y consensuarlas, para que todas partes se sientan implicadas.

“Nosotros vamos a ir a Bolívar, como todos los años, a pasar Navidad”, cuenta Josefina que tuvo su primer hijo en plena pandemia y está ansiosa por llevar al bebé a que conozca a su familia. “Nos cuidamos un montón durante todo este tiempo y lo vamos a seguir haciendo, pero necesitamos cambiar de aire y pasar unos días con los afectos. Eso también es parte de la salud mental”, resalta la joven mamá que está ilusionada con el debut del “abuelo Papá Noel”: “El nene no va a entender nada, pero es algo que organizaron para el primer nieto, ellos están felices y yo también”.

Encontrar nuevas formas de crear estabilidad y conexión es importante, especialmente durante la pandemia. La naturaleza predecible y rígida de los rituales ayuda a calmar la ansiedad y a formar vínculos sociales. Este es precisamente el momento en el que necesitamos rituales o tradiciones más que nunca, y es exactamente el momento donde muchos no podemos tenerlos, por lo que se crea mucha ansiedad adicional.

Si de tradiciones se trata, una buena para los platenses es que hace unas semanas se informó que estaba habilitada la quema de muñecos de fin de año, esa costumbre bien local que crea un clima festivo y especial en todos los barrios de la Ciudad.

Desde la Municipalidad explicaron que tanto la construcción como la quema de los momos deberá realizarse con cuidados de protocolo sanitario y distanciamiento social. Alejados, pero reunidos alrededor del fuego para pedir los deseos del próximo año y mantener la esperanza de que la nueva normalidad viene a traernos un mundo mejor.

 

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