La corrupción como una gran máquinaria de tragedias

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De Cromañón a Ecos, del ARA San Juan a la explosión en una escuela de Moreno o a la masacre de Once, las tragedias de los últimos 15 años ponen en evidencia un entramado histórico, complejo y negligente, tal como reconstruye la periodista Florencia Halfon en su nuevo libro “¿La corrupción mata?”, en el que repasa las causas bisagras del país para demostrar que no fueron accidentes fortuitos y que la responsabilidad de los hechos pocas veces es individual.

Convertida en bandera por familiares de víctimas de algunas de esas tragedias, la frase afirmativa “la corrupción mata” tiene un efecto contundente: mostrar que lo que ocurrió podría -debería- no haber pasado si las autoridades hubieran hecho algo antes en vez de desatender o corromper. La cara visible de que el sistema falla.

Para dar cuenta de la complejidad del asunto, Halfon -periodista, ahora a cargo de la primera mañana de la radio Futurock- reconstruye en este libro editado por Planeta nueve tragedias, como Cromañón -un hito por la magnitud, 194 víctimas fatales-, el accidente ferroviario de Once, las inundaciones de La Plata con sus 89 muertos, el accidente vial de Salta en el que fallecieron 43 gendarmes o el incendio en una comisaría hacinada de Esteban Echeverría que dejó diez presos muertos.

Como el lema de los familiares del accidente de Ecos, donde murieron nueve alumnos y una docente en un viaje solidario, “todos fuimos, todos somos, todos podemos ser”, las tragedias que Halfon investigó tienen la particularidad de que “muestran un problemática” porque “le podrían haber pasado a cualquiera”. El problema es de raíz: locales sin habilitación, falta de inversión, ajuste, ausencia de obras públicas, vulneración de derechos.

 

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