Muerto el Rey, viva el Rey; Tyson Fury se tomó revancha

El británico no dejó dudas con el KOT en el 7mo round. Le dio una verdadera paliza al estadounidense Wilder y le arrebató el título Pesado

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Tyson Fury (34 años) volvió a ser campeón de pesos pesados tras dominar a Deontay Wilder (31) en la revancha por el título, antes de que el equipo del púgil estadounidense arrojara la toalla en el séptimo asalto.

El británico Fury salió al ataque y derribó a Wilder dos veces antes de que una avalancha de puñetazos en el séptimo asalto hiciera que el equipo de su rival se rindiera, poniendo fin a la esperada pelea.

“El rey ha vuelto a su trono”, proclamó Wilder, que vio frenado su reinado anterior como campeón por las drogas y el alcohol.

Fury derribó a Wilder en el tercer asalto con un derechazo que pareció mermar el movimiento del campeón. Volvió a tumbarle en el quinto asalto, esta vez con un golpe de izquierda al cuerpo.

Wilder estaba recibiendo una paliza. Desde la esquina neutral su equipo arrojó la toalla y el árbitro Kenny Bayless puso fin al combate a los 1’39” del séptimo asalto. Wilder sangró por el oído izquierdo durante varios asaltos y, en una extraña escena, Fury pareció lamer algunas gotas de sangre del hombro de Wilder en el sexto asalto.

Fue la primera derrota de Wilder en 44 combates, en la 11ma defensa de un título que ganó en 2015.

“Incluso los más grandes han perdido y han vuelto”, dijo Wilder. “No pongo excusas. En esto consiste el boxeo de primer nivel”.

Fury acechó a Wilder casi desde la primera campana, utilizando su gancho para controlar las primeras rondas y dominó por completo la pelea cuando terminó.

Wilder protestó brevemente por el fin del combate, mientras un público partidario de Fury vitoreaba entusiasmado en el hotel MGM Grand de Las Vegas.

Dos jueces dieron a Fury como ganador en todos los asaltos, mientras que el tercero le dio un asalto a Wilder. A Fury se le descontó un punto en el quinto por agarrar y empujar.

En un pasaje del combate, Fury pareció lamer la sangre del cuello de Wilder

 

“Aguantó y de verdad mostró el corazón de un campeón”, dijo Fury. “Es un guerrero, se recuperará, volverá a ser un campeón. Pero el rey ha vuelto”.

La revancha agotó todas las entradas disponibles y batió un récord con más de 17 dólares por ver el duelo en vivo en los hogares de estadounidenses. Los boxeadores tenían una bolsa garantizada de 5 millones de dólares, pero podrían haber ganado hasta 40 millones de dólares cada uno.

Contrario a lo que se temió, Deontay Wilder no presentó una lesión grave en su oído izquierdo pese a ver estado sangrando durante gran parte de su pelea

El entrenador de Wilder, Jay Deassente señaló que un golpe que sufrió su pupilo que lo hizo caer en el tercer asalto y que le produjo sangrado pudo haberle afectado.

“Puede haber afectado su equilibrio en la pelea, dijo Deassente. “Va a recibir un par de puntos allí”, agregó.

Se pensó que Wilder habría ido a un hospital para someterse a chequeos médicos por la gran cantidad de golpes que recibió, pero se dio a conocer que el estadounidense no debió ser internado.

 

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