Duelo de gestos en el Congreso: el saludo que no fue y un discurso roto
Edición Impresa | 6 de Febrero de 2020 | 04:29

Cuando el martes a la noche el presidente Donald Trump llegó al Capitolio, hubo un gesto que hizo mucho ruido: la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, extendió su mano para saludarlo y el mandatario, muy descortés, la ignoró olímpicamente. La legisladora demócrata, cabe decir, fue quien motorizó el juicio político contra Trump. Pero más allá del desaire soportado, Pelosi tuvo la última palabra sobre el discurso del Estado de la Unión pronunciado por el mandatario: recién había terminado de hablar Trump, cuando Pelosi partió su copia en dos.
Lo hizo en el podio, detrás del Presidente y frente a las cámaras. Mientras él bajaba las escaleras, ella lo rompió de nuevo. Luego por tercera vez. Luego una cuarta.
Si Trump llegó a percatarse del gesto que estaba sucediendo detrás de él, no reaccionó cuando se fue, pero Pelosi estaba a sus anchas, con un profundo conocimiento de su audiencia, y no había terminado.
Y si acaso quedó alguna duda, cuando Trump se fue Pelosi levantó lo que quedaba del texto y lo agitó dirigiéndose a su familia, en la parte trasera de la sala a la vista de los periodistas.
El momento hizo eco del aplauso sarcástico que le brindó Pelosi a Trump el año pasado, en el mismo lugar, cuando el presidente republicano comenzó su discurso. El discurso “fue un manifiesto de falsedades”, dijo Pelosi a los periodistas al abandonar el Capitolio. Romper el discurso era “lo más cortés, dada la alternativa”, agregó. (AP)
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