Balearon a un repartidor en un robo y el resto estalló: “No nos cuida nadie”
Edición Impresa | 23 de Marzo de 2020 | 02:16

“Para cuidarnos no hay nadie”. La cruda sentencia fue vertida en las últimas horas por los trabajadores de delivery, preocupados y en alerta tras el ataque a tiros a Ignacio, un joven repartidor, el sábado pasado por la noche en 17 y 55.
Esa frase desnuda una realidad segmentada y compuesta por varias secciones que, en su mayoría, se vinculan con la nula protección que posee este grupo cuando debe salir a su hábitat laboral: la calle. “Fueron por lo menos cinco asaltos ayer (por el sábado), pero ninguno tan grave” como el mencionado, contó Franco de “Pedidos YA”.
El binomio delivery-asalto tuvo su punto álgido entre fines de 2018 y mediados de 2019. En esos meses “salir a repartir era lo mismo que ser carne de cañón”, le aseguró a este diario uno de los más de 650 mensajeros que trabajan con las aplicaciones para celulares.
Los robos eran constantes y violentos, a toda hora y en cualquier sector de la Ciudad. Incluso señalaron a la “Banda de las Tres Tornado” (llamada así porque usaban ese modelo de motos Honda) como responsables de un alto porcentaje de los golpes que sufrían. “Salen a afanar siempre en las mismas motos”, sostuvieron los damnificados. Sin embargo, para las autoridades no se trató de un “grupo delictivo organizado”, sino más bien de una serie de “atracos al voleo”. “No parecen ser premeditados ni planificados, a diferencia de los escruches, por ejemplo, que tienen una logística más preparada”, aseveró un vocero de la fuerza.
“Pedimos que no se nos arriesgue para repartir cosas triviales”. El sábado hubo seis asaltos
Asimismo, destacó que la identificación de esta supuesta “pandilla” se vuelve difícil cuando “están muchas jurisdicciones involucradas”.
Por otro lado, este último hecho volvió a poner en la lupa una situación preocupante que tuvo otro episodio ese mismo día a la mañana, cuando un empleado de una carnicería del barrio El Mondongo llegaba al local y fue abordado por delincuentes.
Recibió dos tiros pese a no resistirse al asalto y tras ser asistido en el hospital San Martín se encuentra fuera de peligro. (ver recuadro)
El problema radica en que, tras la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno el viernes, aquellas personas que deben acudir a sus lugares de trabajo aseguran sentirse “más indefensos que de costumbre”. El planteo es simple: “Ahora casi no hay gente transitando, entonces somos presa fácil”, le explicó un repartidor de Glovo a EL DIA.
UN BALEADO Y CINCO ASALTOS
Muchos tienen miedo y prefieren guardar el anonimato. Se “cuidan” entre ellos, informándose de lo que pasa en la jornada a través de un grupo de WhatsApp que tiene más de 300 participantes. Así fue como supieron del atraco del que fue víctima Ignacio (34), a manos de dos motochorros que “ni le hablaron”, según refirió Franco.
La secuencia duró apenas medio minuto y, conforme relató un testigo, fue salvaje.
“Lo frenaron para robarle y sin que se resista lo bajaron de la bicicleta de un tiro, no le preguntaron nada”, afirmó un delivery que estaba a media cuadra y vio la escena completa. De esa forma fue posible determinar que los sujetos iban en una “Tornado azul”, que quien disparó lo hizo con una “pistola plateada” y que, luego de quitarle el celular, la billetera y el rodado, “lo dejaron tirado con la mochila puesta”.
Fuentes oficiales confirmaron que el tiro le dio en la pierna derecha. Ignacio fue trasladado en una ambulancia del SAME al hospital donde fue intervenido y ahora se recupera de la herida. La carátula de la causa es “robo agravado por el uso de arma de fuego y lesiones” e instruye la fiscal Virginia Bravo, de la UFI N° 7.
Pero esa noche hubo otros cinco incidentes -algunos quedaron en intentos y otros se concretaron- según denunciaron los propios trabajadores. “Los peores fueron en 6 y 61 y en 40 entre 7 y 8, donde a una chica le robaron la moto”, detalló Franco.
Desde el grupo de repartidores reclamaron que “la Policía acudió a amenazar con secuestrar los vehículos de quienes estaban esperando sus pedido y para dispersar a los que se acercaron a solidarizarse y socorrer al compañero”.
En un texto enviado a la prensa, señalaron que “entendemos nuestro rol en este momento, pero si somos trabajadores indispensables como dicen los decretos, que nos den los elementos indispensables para trabajar en estas condiciones, que nos garanticen el sustento cuando la situación nos imposibilite salir, que se prioricen para trabajar los locales que ofrecen elementos de necesidad o denominados esenciales y no se nos arriesgue para repartir cosas triviales y que nos cuiden mientras hacemos nuestro trabajo”.
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