Boca lamentó el empate

Sacó ventaja con un gol de Ramón “Wanchope” Ábila, y cuando estaba para más, Caracas lo embocó de tiro libre y le arruinó la noche

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Menos otro gol, aunque situaciones no le faltaron, Boca hizo todo en Venezuela para quedarse con el triunfo frente a Caracas FC, que embocó un tiro libre, en lo que fue su debut en el Grupo H de la Copa Libertadores, que anoche se completó con la victoria 2-1 de Libertad de Paraguay, bajo la conducción de Ramón Díaz, como visitante del Deportivo Independiente Medellín (DIM), en Colombia.

Ramón (“Wanchope”) Ábila, a los 24 minutos, puso en ventaja al conjunto argentino en el primer tiempo y Robert Hernández, a los 9 de la etapa complementaria, estampó el 1-1 en el estadio Olímpico de la Universidad Central.

La inminente definición del campeonato oficial de Primera, la Superliga, que involucra a Boca, que recibirá a Gimnasia, y River, visitante de Atlético Tucumán, logró lo que parecía imposible: que equipos de Argentina le dieran prioridad a la competencia local por sobre la Copa Libertadores. El título de campeón está en juego, y más allá de los matices, este debut copero quedó postergado a un segundo plano para los Xeneizes.

De todos modos, y respetando las ideas que expuso ni bien se hizo cargo del plantel en enero, elegido por la Comisión Directiva que se hizo cargo del club con Jorge Ameal en el cargo de presidente y Juan Román Riquelme como responsable total del área fútbol, Miguel Ángel Russo viajó con la base de jugadores que sueña con gritar campeón el sábado en la Bombonera.

Carlos Tevez, Eduardo Salvio y Mauro Zárate se quedaron en Buenos Aires, varios titulares fueron desplazados al banco de los suplentes, como variantes, y a la cancha salió un conjunto desarrollado a partir de “caras conocidas”, que trató de imponer un juego de las características expuestas en la escalada que permitió acortar a un punto la distancia con River en el duelo directo que sostienen desde que el certamen argentino se reinició tras el receso de fin de año.

Boca, invicto frente a equipos venezolanos, entró a la cancha con el propósito de quedarse con todo. Para ello, trató de afirmarse en el fondo, con la novedad de Carlos Zambrano, el peruano elegido para reemplazar a Carlos Izquierdoz contra Gimnasia, de tener circulación de pelota en la franja central, con Emanuel Reynoso como encargado principal, y velocidad en los metros finales del terreno, con la dupla Sebastián Villa-Ramón Ábila.

Justamente el colombiano y Wanchope se conectaron a los 24 minutos para colocar en ventaja a la escuadra boquense al cabo de un centro bajo servido desde la derecha y un anticipo ofensivo que dejó sin posibilidades a todos los que esperaban. Hasta ese momento, Esteban Andrada había tapado el único ataque de alto riesgo que se había registrado en el marco de un juego manejado por los visitantes.

Dejando ver la imagen de un club especialista en el máximo torneo continental, que en esta edición va por el séptimo título, una marca que solo ostenta Independiente, Boca se afirmó después de la apertura, se hizo cargo del control de la pelota y prácticamente dejó sin chance a un elenco venezolano que afronta su 17ma. participación, con la idea de superar su mejor marca: los cuartos de final en 2009.

El dominio de Boca se hizo más sostenido en el segundo tiempo, con buen manejo de Iván Marcone, Nicolás Capaldo y Agustín Obando, que propiciaron un par de jugadas que lo pusieron al borde del segundo. Pero no pudo aumentar y Robert Hernández, clavando un tiro libre en el ángulo del palo a cargo del arquero consiguió un empate que era impensado a esta altura de la noche.

El gol desacomodó a Boca, que si bien continuó disponiendo de la pelota la mayor parte del tiempo, no pudo sostener la estatura futbolística anterior, esa que debió permitirle ganar un partido que desembocó en un empate que para los Xeneizes, quienes sobre la hora lamentaron un zurdazo cruzado de Ábila que se fue junto a un palo, tuvo sabor a poco.

 

 

 

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