Drones a domicilio para evitar el colapso de los hospitales
Edición Impresa | 15 de Abril de 2020 | 03:58

La tecnología revolucionó a la medicina. Hoy, en medio de la pandemia de coronavirus, podría tener un impacto enorme en materia de prevención sanitaria.
Un experiencia con drones a domicilio, que les llevan a las personas con algún síntoma compatible con la COVID-19 un tensiómetro, un oxímetro y un autotest, se está desarrollando en Estados Unidos a cargo del doctor Oscar Cingolani, investigador y profesor de la escuela de medicina del hospital universitario Johns Hopkins.
El objetivo primario es el de ayudar a evitar que una fuerte demanda haga colapsar la capacidad de los hospitales, sobre todo los situados en zonas suburbanas, las más propicias para el uso de una herramienta de este tipo.
De hecho, la imposibilidad de dar respuesta a todas las víctimas del SARS-CoV-2 (coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave) aún devuelven las imágenes de un centro de salud español con pacientes en el suelo de los pasillos. Lo mismo ocurre en muchas instituciones de otros países, aunque para regatear el morbo se evite difundirlas (una decisión más que correcta, por cierto).
Cingolani, el médico platense del hospital que creó el mapa mundial de coronavirus, explicó que “en medio de una pandemia mundial, que todo indica que persistirá por bastante tiempo y se convertirá en una de las más severas de la historia, algunos hospitales se están viendo sobrepasados. En ese contexto, urge descomprimirlos para mantener un nivel de respuesta alto”, definió.
La idea, cuya perspectiva espera ser publicada en breve en una reconocida revista científica, surgió ante un alerta en un barrio de Maryland, donde vive el médico platense.
Pascua. No hubo descanso para el personal de salud. Cingolani estaba realizando un trabajo de investigación en el escritorio de su casa, cuando recibió el llamado de un vecino. “No me siento muy bien. Tengo mucha tos. Quizás sea alergia (allá es primavera). Pero no estoy seguro”, refirió el hombre. En otras circunstancias, no se hubiese encendido una alarma, pero son tiempos de coronavirus. Cingolani no pudo seguir trabajando. ¿Cómo ayudarlo respetando todas las normas de seguridad imperantes? Miró por la ventana y vio a su hijo jugando con un dron. De inmediato diseñaron un sistema casero de asistencia y le enviaron al vecino un tensiómetro, un oxímetro de pulso y un termómetro.
“La esposa lo ayudó. Luego pusieron todo en la pequeña canasta de mimbre que llevaba el dron, y lo hicimos regresar. Leí los números y me tranquilicé (109/68 mmHg de presión arterial, 98% de saturación de oxígeno en sangre y 36,5 grados C de temperatura corporal)”, describió.
“Al menos en zonas suburbanas, esta herramienta, con drones adecuados y una correcta planificación, evitaría que todas las personas con síntomas acudan masivamente al hospital más cercano, con un triple riesgo: si alguien no está enfermo podría contagiarse, otro que sí lo está contagiaría a terceros, y el centro de salud se vería desbordado”, proyectó. “Si bien en el hospital donde trabajo tenemos amplia disponibilidad de camas y no estamos desbordados, este no sería el caso en otros lados”, resaltó.
“(Esto) es lo que nosotros llamamos triage”, añadió, para remarcar que podría realizarse sin necesidad de que las personas con síntomas salgan de sus hogares. Triage es un término francés que se utiliza en medicina para clasificar a los pacientes de acuerdo a la urgencia de la atención, con el objetivo de organizar los recursos existentes.
Como indicó a este diario días atrás, Cingolani insistió en la imperiosa necesidad de testear cada vez más para actuar sobre diagnósticos de situación fidedignos. “Eso está ocurriendo en forma progresiva. Y he oído que en Luján, por citar un caso de la provincia de Buenos Aires, a los pacientes que dan positivo para COVID-19 y no requieren internación (síntomas leves) los envían a sus casas bajo declaración jurada y se los sigue mediante telemedicina. No saturar a los hospitales requerirá de crear mecanismos que mantengan a las personas en sus hogares desde que tienen síntomas hasta su recuperación, para los casos, claro está, que no necesiten respiradores. Así, esta herramienta aparece como un complemento de gran utilidad en esa línea”, puntualizó.
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