El canje de bonos es mejor para los que compraron hace poco para especular
Edición Impresa | 19 de Abril de 2020 | 04:44

Por ESTEBAN PÉREZ FERNÁNDEZ
El Gobierno anunció ante el ente regulador del mercado de capitales de los Estados Unidos, la oferta de canje con una propuesta en la que se propone reestructurar unos U$S66.500 millones de títulos en moneda extranjera bajo legislación internacional. La oferta anunciada el jueves, que alcanza a los acreedores privados con deuda emitida bajo jurisdicción extranjera, implica una rebaja en intereses de U$S37.900 millones (62 por ciento) y en capital de 3.600 millones (5,4 por ciento), con tres años de gracia -sin pagos- hasta 2022.
Los bonos elegibles son en dólares y euros y bajo ley extranjera y el más cercano vence en diez años. Ahora, los acreedores tendrán 20 días para resolver si aceptan o no la oferta argentina, que apunta un período de gracia por tres años y una quita de más de U$S40.000 millones entre capital e intereses.
El propio presidente Alberto Fernández ratificó la intención de pagar de Argentina, pero reconoció que el país se encuentra “en una suerte de virtual default”.
La economía está en recesión desde hace dos años. La inflación en 2019 llegó a 53,8 por ciento y la pobreza supera 35 por ciento y las proyecciones del FMI son de una fuerte contracción este año, del 5,7 por ciento del PBI debido al impacto del coronavirus.
Argentina cerró 2019 con una deuda pública total de U$S324.000 millones (equivalente a casi el 90% del PBI), según cifras del Ministerio de Economía. En total, la deuda con bonistas privados asciende a U$S 121.979 millones (35,9 por ciento del PBI), y con los organismos bilaterales y multilaterales, a U$S72.679 millones (21,4 por ciento el PBI).
El resto es deuda entre organismos del Estado (intra sector público) por U$S116.592 millones (34,3 por ciento del PBI), como el Banco Central, el Banco Nación y la ANSES, que refinancia sus vencimientos para no caer en cesación de pagos.
Además, hay U$S2.406 millones (0,7 por ciento del PBI) de deuda pendiente de reestructuración.
OPINIONES
Para Alfredo Ariza-Thomas, economista y Máster en Finanzas platense titular de la Consultora Selenia, “esta oferta es una primera conversación que denota, al menos, voluntad de negociar”. Según le explicó a EL DÍA, “en términos generales, siempre en la hipótesis de ser aceptada tal cual está, implica el ahorro de unos 40 mil millones de dólares”.
Con respecto a los detalles de lo ofertado por el Gobierno, el experto bursátil platense sostuvo que “no se pagan ni devengan intereses por tres años, esto implica ‘per se’ una reducción del 10 por ciento (equivalente a los intereses no pagados durante los 3 años) reducción de 5,5 por ciento del capital (una propuesta generosa) y reducción del 60 por ciento de intereses (propuesta agresiva). Los bonos más nuevos se canjean al 2030 y al 2036, pero con un factor de prorrateo que todavía no se conoce. El excedente del prorrateo se renegocia al 2047”.
Para Ariza-Thomas, “en el animo de los acreedores se diferencia a los ‘viejos’ de los ‘nuevos’ (los que compraron deuda con el gobierno de Mauricio Macri) ya que los ‘viejos’, ya vienen de otra reestructuración (la de Lavagna). En una hipótesis de conflicto o litigio, quienes no acepten el canje tienen 3 años para litigar ‘gratis’ lo cual supone que tienen mas tiempo para presionar. Para tener en cuenta: Perú, acaba de emitir deuda voluntaria -no compulsiva como esta- a una tasa del 2,5 por ciento. La tasa proyectada de crecimiento de Argentina es la mas baja de Latinoamérica: -5.7 por ciento. De todas maneras, el curso de la negociación surgirá de un juego de expectativas, cómo va a hacer Argentina para crecer y pagar en un contexto económico mundial que tuvo un giro dramatico en los últimos 30 días y que va a marcar el rumbo en un entorno desconocido y del cual nadie conoce el final”.
En tanto, Santiago López Alfaro, economista socio de la consultora Delphos Investment, le explicó a este diario que “es similar a lo que esperábamos. Son 10 bonos distintos, hay muchos bonos en cada parte de la curva, hay período de gracia, cupones bajos, y esta oferta está hecha en base a los modelos de sostenibilidad de Argentina y del FMI con un crecimiento real de largo plazo bajo y con la posibilidad de que se pueden pagar estos cupones. Si los fondos acreedores van a aceptar esto o no, no lo sabemos, creo que no estaban esperando un período de gracia en el que no se pague nada al principio; luego quieren un cupón más alto, como ha pagado históricamente la Argentina. Las negociaciones recién empiezan, y las posiciones están así”.
Para Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones, le explicó a EL DÍA que “es una propuesta que para los que compraron bonos en las últimas semanas es no es desfavorable, sí es muy agresiva para los que tienen los bonos hace mucho tiempo y tuvieron todo a la baja. Dependerá mucho cómo coticen esos bonos cuando esté reestructurada la deuda , que tasa de descuento van a tener, porque de eso depende mucho su valor. En un escenario de estrés financiero los bonos estarían los más cortos cotizando en niveles de paridades similar a lo que hay hoy en el mercado. Creo que hay algún margen para mejorar la oferta porque los tres años del período de gracia el cupón no capitaliza y eso es algo que van a buscar mucho los acreedores y quizá sea una carta de negociación que tiene el ministro Martín Guzmán. Acá no es importante lo que nos parezca a nosotros desde el punto de vista del análisis, sino de quienes son los grandes tenedores de la deuda bajo ley extranjera y su posible aceptación”.
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