"Este golpe duro de la pandemia nos obligó a mirar la realidad cara a cara", dijo Tucho Fernández en el Tedeum local
| 25 de Mayo de 2020 | 11:56

El arzobispo de La Plata, monseñor Víctor "Tucho" Fernández, encabezó hoy el Tedeum local por el 25 de mayo que, a diferencia de la ceremonia en la Catedral porteña, contó con la presencia de autoridades locales y provinciales.
El gobernador Axel Kicillof, la ministra de Comunicación Jesica Rey y el intendente Julio Garro eran algunos de los integrantes del reducido grupo de personas que participaron del Tedeum, que por primera vez no contó con fieles y se pudo seguir por Internet.
Durante la ceremonia, monseñor Fernández dijo que la pandemia de COVID-19 "es un duro golpe que nos obligó a mirar la realidad cara a cara, pero sobre todo a las personas". "Nos convencimos que necesitamos que el Estado intervenga para cuidar a los más débiles", dijo durante otro pasaje, en el que resaltó el deseo que "podamos reactivar pronto la producción y aumentar, para que la gente pueda volver al trabajo, porque muchos tienen una renovada conciencia del trabajo, porque lo natural, lo digno, es ganarse el pan con el trabajo", aunque aclaró que "con esto no estoy reclamando nada a los gobernantes", en relación a la cuarentena extendida por la pandemia.
"El Gobierno es el que tiene los elementos, los demás podemos opinar, pero son opiniones, por eso oramos por nuestros gobernantes también", agregó.
Fernández hizo hincapié en la necesidad de "escuchar el mensaje de reorganizar nuestras vidas" para que "cuando pase la crisis sanitaria, ¿cuál sería la peor reacción? Volver a la fiebre consumista, pero hay otras posibilidades. Así, la humanidad va a poder renacer con todas las manos, las voces y los rostros".
En lo que pareció un guiño hacia el Gobierno y la implementación de la cuarentena, el arzoobispo platense consideró que "en nuestro país nos hemos cuidado bastante entre nosotros, y eso es lo importante, no porque hay una orden sino porque sabemos que es bueno. Nadie quiere ver ancianos muriendo por falta de respiradores o médicos sobrepasados".
En otro pasaje de su mensaje, indicó que "sé que hay gente que durante la cuarentena se ha dado cuenta que la ansiedad los desbordaba, otros se dieron cuenta que los había tomado el consumismo y no soportaban que hubiera un comercio cerrado. Otros redescubrieron el valor de la amistad. Esto que acabo de mencionar viene de gente de clase media. Los verdaderos problemas no son esos, sino los de los pobres y nuevos pobres".
En lo que parecieron palabras dirigidas a los gobernantes, Fernández indicó que "cada tanto uno se tiene que preguntar para qué trabajo, para dónde apuntamos", para de esa forma afrontar "las preguntas que nos van a hacer respecto a en qué hice crecer a mi pueblo, cuánta paz social provoqué", e instó a que "no desperdiciemos esta ocasión para ser mejores personas y como sociedad, y para fortalecer ese sentido social contrario al individualismo".
Tedeum virtual en la Catedral metropolitana
El cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, destacó hoy que "la solidaridad, la hospitalidad y fraternidad vuelven a surgir como valores que nos identifican", del mismo modo que el 25 de mayo fue en 1810, y aseguró que "no debe haber espacio para especular con las necesidades del pueblo".
Así lo expresó durante su homilía en el marco del tradicional Tedeum que, cada 25 de Mayo, se realiza en la Catedral metropolitana, en esta oportunidad sin público por las restricciones que rigen por la pademia de coronavirus, al cumplirse 210 años de la Revolución de Mayo.
Allí, al señalar que, en el actual contexto del COVID-19, no debe haber espacio para las especulaciones, Poli dijo que "tampoco hay lugar para llevar al terreno de las ideologías, posturas partidistas o intereses sectoriales, ya que se trata de decidir sobre la vida de todos los argentinos y, por lo tanto, se hace necesario preservar la unidad".
"Hace pocos días, el Papa Francisco manifestó: 'Algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población. Es verdad que estas medidas molestan a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común y, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva'", recordó el arzobispo de Buenos Aires.
Agregó, citando las palabras del Papa, que "los gobiernos que enfrentan así la crisis muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente" y remarcó que "esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico".
"Sería triste que se optara por lo contrario, lo cual llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un genocidio virósico. Contarnos entre los que cuidamos la vida como el don más precioso, nos enorgullece e identifica con el sacrificio de la generación que dio origen a lo que hoy somos como Nación", resaltó Mario Poli en su homilía, a puertas cerradas.
También, destacó el trabajo de personal de sanidad, "limpiadoras, cuidadoras, transportistas, repositores y voluntarios", en su homilia, e hizo una comparación con la parábola del buen samaritano, leída minutos antes durante la celebración religiosa.
"En estos días estamos viendo una conmovedora representación de esta parábola. Sus actores son los miles de samaritanos anónimos que se echan al hombro la vida de los infectados y de todos nosotros. Con su silencioso y cotidiano sacrificio, son los que están escribiendo honrosas y conmovedoras páginas de la historia nacional", dijo.
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