El impuesto a la riqueza y el límite entre la equidad y el castigo al que más tiene

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Fabio Abraham (*)

fabioabraham@hotmail.com.ar

Todos sabemos que en cualquier sociedad justa el que más tiene es el que más paga, que el estado tiene que cumplir el rol de proteger al que menos tiene, claro esta, que eso no significa violar los derechos de los más pudientes.

En este marco y ante está situación de pandemia y de crisis económica también tendríamos que evaluar la propuesta del impuesto a la riqueza, por única vez, a todos aquellos que tengan un patrimonio superior a los tres millones de dólares.

Es razonable que sea progresivo, ya que no es lo mismo tener tres millones de dólares que tener 300 millones de dólares. Esto alcanzaría a 12000 personas, el segmento más rico de la sociedad.

Dicho esto, creemos que es importante que el gobierno debería dar otro tipo de señales para seguir adelante con el mencionado proyecto.

En primer lugar hay un sector importante de la sociedad mucho más grande que los alcanzados por este impuesto que piensan que lo que paguen se lo van a robar o que se va a perder en la burocracia y lamentablemente el gobierno no da señales en contrarios ni garantías para suponer que esto no va a pasar.

Una cosa es darle plata a un cura villero más allá de la ideología o procedencia y otra es dársela al gordo Valor por más que nos prometa y nos jure que cambió.

El hecho de hacer un festival solidario y cuatro días después saber que los sobre precios pagados por alimentos en el Ministerio de Desarrollo Social casi se llevan un poco más de lo recaudado es una mala señal.

Que el Presidente de la Nación tenga en este momento la suma del poder público no es buena señal, y que el mismo titular del Poder Ejecutivo Nacional llame “miserables” a los futuros contribuyentes tampoco no es buena señal.

Que se hable que en las compras del PAMI hubo sobreprecios no es buena señal, que se ideologice está contribución fomentando la grieta no es buena señal, que no se clasifique que parte de esos futuros contribuyentes tienen el capital declarado en el sistema productivo y cuál en el sistema especulativo no es buena señal, podríamos hacer la lista mucho más larga pero creemos que alcanza para el análisis.

Es obvio que si el Presidente hubiera convocado a un concejo político económico y social se podría aportar algunas soluciones al respecto, pero visto que no está en su GPS convocarlo, le recomendamos que no solo no hay que serlo sino no parecerlo, por lo tanto tiene que dar muestras que lo recaudado va a ir íntegramente a salud y a políticas sociales, para ello sería importante que se convoque a entidades publicas, economistas, representantes del congreso, etc., para que hagan un seguimiento de ingresos, de egresos y supervisen todas las compras que se hagan.

Inclusive, que se haga público el balance de ingresos y egresos de esa partida resultante del nuevo impuesto.

Eso dejaría más tranquila a gran parte de la sociedad que duda de este gobierno y demostraría que el objetivo es solidario y no puro castigo para los que más tienen.

(*) Concejal ( MC ) UCR. Ex Sec. de Gobierno de Lomas de Zamora

“Que el Presidente tenga en estos momentos la suma del poder público no es una buena señal”

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