“The Vast of Night”: sonidos inquietantes desde el más allá
Edición Impresa | 11 de Junio de 2020 | 05:26

Por PEDRO GARAY
Un homenaje a “La dimensión desconocida”, “La Guerra de los Mundos” y “Cuentos asombrosos”; también a otra forma de contar historias, clásica, sin alardeos, apostando siempre al asombro y el enigma antes que a los psicologismos y las tramas complicadas; además, una película de bajo presupuesto que despliega una batería de recursos inventivos, originales, para esconder su condición de clase, o mejor, para mostrar las vastas (como la noche) posibilidades aún cuando el dinero asfixia, en esta era de cine anabolizado y pantallas verdes: todo eso (y mucho más: las películas que entusiasman suelen exceder lo que se puede transmitir en la letra, constituir experiencias) es “The Vast of Night”, primera película de Andrew Patterson que Amazon Prime Video acaba de poner en su pantalla.
Patterson muestra la intención desde el primer cuadro: la historia es presentada como un episodio de un programa similar a “La dimensión desconocida” y el cineasta abraza esa tradición, narrando desde la perspectiva terrenal de personajes “comunes y corrientes” (ella, la chica estudiosa y trabajadora, él, un locutor de radio, ambos con más talento que el que merece ese pueblito y un deseo de salir) lo que aparenta ser una invasión alienígena.
Nuestros dos personajes transitan la vasta noche del título, descubriendo junto al espectador, una a una, las pistas de que hay algo grande, invisible, en el cielo, controlando el comportamiento de la raza humana. Es invisible, pero deja una huella sonora, capturada por nuestro locutor y por nuestra estudiante, que opera los teléfonos del pueblo: ganadora del premio del público en el Festival de Slamdance (cuna del cine más independiente de los Estados Unidos), “The Vast of Night” presenta bellos planos secuencia y climas atrapantes, inmersivos, inquietantes, desde la fotografía, pero es un relato sonoro.
Lo protagonizan los relatos orales de los pueblerinos que ya se habían percatado de esa presencia en los cielos (la oralidad constituye una forma clásica de narración, lineal, que detrás de su aparente sencillez esconde complejos recursos: a esa tradición de economía narrativa, que es también la del cine clásico, honra Patterson), y, sobre todo, los sonidos (y silencios) del más allá, que Patterson manipula con creatividad y gran ingenio para crear suspenso y la ilusión de un enemigo acechante. Así, construye una película diferente. Un ovni dentro de los usos ya abusados de la ciencia ficción actual.
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