Lo social no escapa a la moda: racismo en la pasarela

El estallido que tuvo origen en Estados Unidos y se replicó en Europa tuvo apoyo por varias marcas de la industria textil

Edición Impresa

Por MATILDE CARLOS

vivirbien@eldia.com

Es casi imposible abstraernos de la realidad en estos tiempos convulsionados. Hemos estado hablando de los efectos de la pandemia en la industria de la moda, de los cambios de paradigmas; en cómo todo se ha transformado en pocos meses. Pero lo que lamentablemente no cambia es la persistencia del racismo en la sociedad; y en Estados Unidos en particular.

Como todos sabemos, el asesinato de George Floyd a manos de un policía en un acto de brutal represión encendió la mecha al polovorín que es hoy ese país, con el mayor número de muertos por COVID-19 (la mayoría afroamericanos y pobres) y las políticas negacionistas de Donald Trump.

No es casual entonces que esta muerte difundida por las redes sociales haya despertado estallidos de furia y conmoción social. La moda no se quedó afuera ya que como venimos afirmando aquí mismo hasta el cansancio, es una expresión cultural que refleja el clima de época de manera indiscutible. Por ello fue muy bien recibido y celebrado el comunicado de algunas firmas al respecto de este lamentable suceso.

Por ejemplo Reebok ha publicado una imagen con el texto “Sin la comunidad negra, Reebok no existiría. Estados Unidos no existiría”. “A la comunidad negra: los vemos, nos solidarizamos con ustedes, esto no puede seguir siendo el status quo”. Mientras que Nike ofreció un mensaje en sus redes sociales que juega con su famoso slogan y dice: “Por una vez, no lo hagas”, dice dándole la vuelta a su Just do it. “No pretendas que no hay un problema en Estados Unidos. No le des la espalda al racismo. No aceptes que se nos quiten vidas inocentes”, continúa el texto. “No pongas más excusas. No pienses que no te afecta. No te recuestes y te calles. No creas que no puedes ser parte del cambio. Todos podemos ser parte del cambio”. Gap también se posicionó en redes. Con una fotografía con el lema Stand up, la compañía anunció una donación de 250.000 dólares a la (Naacp) Asociación Nacional por el avance de la gente de color y la organización Embrace Race.

En 2011 John Galiano tuvo que pedir disculpas por sus dichos racistas hacia unos jóvenes

 

Esta visibilización del problema es parte del cambio necesario en la industria porque aún persisten expresiones cargadas de racismo en el ambiente fashion. Sin ir más lejos, en un desfile que tuvo lugar en el prestigioso Fashion Institute of Technology el pasado 7 de febrero coincidiendo con la Semana de la Moda de Nueva York, varias modelos lucieron enormes labios de plástico y orejas de mono, un atuendo que ha sido denunciado por recordar a las caricaturas racistas de afroamericanos que en su día fueron populares en Estados Unidos. “Me quedé allí, a punto de desmoronarme, y le dije a los organizadores que me sentía increíblemente incómoda al llevar estas piezas (las orejas y los labios) que claramente eran racistas”, explicó al New York Post la modelo Amy Lefevre. La situación solo hizo más que empeorar con la respuesta que la joven de 25 años obtuvo: “Me dijeron que estaba bien sentirse incómodo pero que solo era por 45 segundos. Estaba literalmente temblando. Nunca me había sentido así en mi vida”, dijo la modelo. En un mensaje difundido días después, la presidenta de la institución, Joyce Brown, explicó que se encargaron actuaciones a una firma externa para hacer un análisis independiente del incidente y así llegar a las últimas consecuencias. Finalmente, diseñadores y responsables fueron expulsados del F.I.T.

Este hecho no hace más que recordarnos que la aparición de mujeres afroamericanas en las revistas de moda fue algo tardío, hubo un tiempo donde las portadas de las revistas solo estaban reservadas para las modelos blancas. Recién a partir de los movimientos sociales y las protestas populares en la década del 60, todo eso cambió.

Fueron dos las mujeres que revolucionaron por completo el mundo de la moda y que su aparición en las portadas de algunas de las revistas más importantes del mundo supuso un antes y un después a la hora de entender la industria tal y como la conocemos hoy en día. Naomi Sims fue la primera modelo negra americana en estar en el suplemento de moda de The New Yowk Times, mientras que Beverly Johnson fue la primera afroamericana en dar notas de moda a la revista Vogue y marcó la diferencia en 1974, al protagonizar su portada.

Pero pese a ese espacio ganado, las cosas no siempre resultan fáciles para esta comunidad. Naomi Campbell en 2013 se posicionó junto a otras modelos prestigiosas como Iman Bowie, en una campaña que denunciaba la discriminación de profesionales pertenecientes a las minorías étnicas por parte de diseñadores, publicistas y organizadores de eventos. “La elección de un modelo debe basarse únicamente en su belleza y su talento, no en el color de su piel”, reclamaba entonces Campbell.

Y hablando de diseñadores, fue muy resonante el caso de John Galiano, que le costó su puesto como director creativo de Dior en 2011. En febrero de ese año se difundió un video del modisto visiblemente ebrio, teniendo el siguiente diálogo en inglés con dos chicas y un chico que se encontraban en la mesa vecina: “Adoro a Hitler. Personas como ustedes estarían muertas. También sus madres y sus padres... Estarían todos gaseados”. Una de las chicas recogió el guante y le respondió; “Usted tiene un problema”; a lo cual Galiano replicó: “Sí. Contigo. Eres horrible”. Meses después, y más allá de un pedido de disculpas público, la firma francesa lo despidió.

Lo dicho, el racismo es un mal que no desaparece, que se encuentra en lo más profundo de la humanidad y que pese a las terribles consecuencias que tuvo y tiene sobre vastas poblaciones del mundo, no deja de ganar adeptos que además actúan en consecuencia. Es interesante que un lenguaje como el de la moda dé cuenta de ello, que condene y actúe en consecuencia; no como una pose políticamente correcta o una placa negra en las redes, sino como una verdadera manifestación de principios.

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