El caso Floyd y las fake news

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WASHINGTON

La muerte de George Floyd desencadenó una cascada de desinformación y teorías conspirativas en redes sociales, generando desconfianza y división en Estados Unidos en medio de las protestas contra la violencia y los abusos policiales. Los rumores en las diferentes plataformas incrementaron la brecha entre quienes respaldan las protestas y sus opositores, así como entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, fuertemente cuestionadas tras la circulación del video en el que un policía presiona su rodilla sobre el cuello de Floyd, provocando su muerte.

“Es la tormenta perfecta, caldo de cultivo para la manipulación en redes sociales”, sostiene Emerson Brooking, del laboratorio de investigación digital forense del Atlantic Council, que se centra en identificar y mostrar casos de desinformación.

La amenaza de la desinformación “es aún mayor cuando la crisis avanza rápido, cuando implica violencia o cuando afecta a cuestiones sociales delicadas. La muerte de George Floyd y las protestas que desencadenó combina los tres elementos”, señaló Brooking.

Y como muestra, basta un video: varios policías blancos arrestan brevemente a un ciudadano negro. Según los usuarios, los agentes detuvieron al hombre basándose en el color de su piel, pero lo soltaron al descubrir -humillados- que se trataba de un agente del FBI. El hecho de que el detenido no diga tal cosa en ningún momento de la grabación no impidió que se compartiera cientos de miles de veces en diferentes idiomas.

Ante la viralidad de la grabación, la policía de Rochester, donde sucedieron los hechos en 2019, desmintió que el arrestado integrara el FBI. El protagonista también lo negó.

También hubo fotos y videos sacados de contexto. El domingo, los manifestantes encendieron barricadas y rompieron vidrieras cerca de la sede del gobierno estadounidense, en Washington. Tras esos incidentes circuló un video que aseguraba que la Casa Blanca había sido “invadida por manifestantes”. Pero esa grabación se había registrado en el Capitolio de Ohio.

A los manifestantes también se les atribuyó en las redes sociales el destrozo de la estrella del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Paseo de la Fama de Hollywood, usando una foto de 2018. Asimismo, se endilgó a las protestas saqueos con imágenes de hechos que habían ocurrido en 2015 en Baltimore.

El presidente Donald Trump contribuyó a la polarización con un tuit que rezaba “cuando comience el saqueo, comenzará el tiroteo”, que Twitter ocultó por “ensalzar la violencia”.

(AFP)

 

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