Preocupa el regreso de dos hermanos que son “el terror del Miguelín”

Pipi”, una era “una mujer excelente, muy conocida en la zona” de 126 y 3, en Punta Lara, donde vivía desde muy chica, aseguraron los moradores del barrio. Tuvo cuatro hijos y falleció hace poco más de un año. En las últimas horas, dos de esos chicos fueron detenidos por la Policía, acusados de sembrar el terror en “Miguelín”, como se conoce a ese sector de la localidad vecina. Y los vecinos, víctimas constantes de las andanzas de los jóvenes, temen que otra vez los liberen y regresan a “hacer de las suyas”.

En diálogo con este diario, uno de los frentistas reveló que “el mayor de los hijos de la Pipi está ‘rescatado’, no tiene nada que ver con los que salen a robar. Además se hizo cargo del más chico”, que tiene ocho años. Según ese testimonio, “los dos del medio -uno de ellos es menor- son un problema de nunca acabar”.

En esa línea, explicaron que “el miércoles a las 16.30 el de 20 se metió en la casa de un hombre que encima tiene una Copa de Leche. Entró por la ventana y tenía un cuchillo”, pero lo vio otro vecino que le avisó al dueño de la propiedad. Entre varios se juntaron “y lo quisieron agarrar”, el ladrón se escapó y después lo capturó la Policía. “Fue en plena tarde, impune mal. Para colmo estaba muy drogado o borracho, podría haber lastimado a alguien”, advirtieron.

En represalia a los ataques perpetrados por ambos hermanos, los damnificados tomaron la rienda del asunto y a principios de mayo les prendieron fuego la casa. Eso no pareció calmar las aguas y por eso ahora “nos estamos juntando todos los vecinos porque es terrible la situación, estamos hartos”, se quejaron. “Este muchachito hace más de dos meses que viene ‘haciendo macanas’ junto a sus familiares. Lo metieron preso, pero sigue en la suya. La gente del barrio está preocupado porque siempre lo liberan”, reclamaron.

Y, a modo de aviso, señalaron: “no puede ser que lo larguen siendo mayor y con tantos antecedentes. Es una persona de mal, hace unos días apareció todo cortado. Esto no termina bien, si regresa al barrio va a matar a alguien o lo bajan a él. En la cuadra lo están esperando”