Tensa calma en City Bell tras una noche de extrema tensión por intento de usurpación de tierras

Los intentos de usurpaciones de tierras irrumpió en los últimos días con la tranquilidad en un sector rural de City Bell . El capítulo más preocupante fue el que se vivió anoche, cuando un grueso grupo de ocupantes se resistió al desalojo ordenado por la Justicia, lo que derivó en un avance de los efectivos policiales sobre los terrenos. En tanto, desde esta mañana el clima en la zona era de tensa calma.

La escena que comenzó al atardecer y se extendió hasta cerca de la medianoche, transcurrió entre la oposición que brindaron los usurpadores a la decisión judicial, el avance de efectivos policiales con disparos de postas de goma y el lanzamiento de gas pimienta y el susto de los vecinos que salieron a denunciar la ocupación ilegal de los terrenos.

Se trata de la zona de 141 y 446, a la altura del arroyo Carnaval, cuyos vecinos afirmaron que durante varios minutos se escucharon unos 100 disparos que si bien fueron disuasivos causaron momentos de preocupación y susto, en tanto que los gases emanados por los efectivos se esparcieron por las viviendas y generaron complicaciones en las familias

En este marco, los lugareños manifestaron en diálogo con este medio su rechazo a las usurpaciones de las tierras y por otro lado se mostraron preocupados por el posible regreso de los usurpadores, de acuerdo con "rumores que se corren en el barrio".

Durante el transcurso del domingo varios patrulleros de la Policía de la Provincia y la división de Infantería mantenían un cerrojo en el lugar, en tanto que se desmontó parcialmente un puente que conecta con un área descampada de El Rincón, que es por donde accedieron los ocupantes, según fuentes calificadas. 

“Es gente que viene del lado de El Rincón. Cruzan el puente de metal, por el que se puede pasar caminando, en bicicleta o en moto, pero no en auto, y que une ambos barrios. Son unas cuarenta personas, conocidos de la zona, la mayoría con antecedentes, que quieren tomar esas tierras para venderlas”, precisaron desde el barrio.

La medida complicaba a vecinos que se desplazan hacia uno y otro lado con motivos laborales, según consignaron.

Ayer a la tarde, previo al despliegue del operativo, decenas de patrulleros se acercaron al lugar tras una orden de desalojo y algunos ocupantes accedieron al diálogo y se marcharon. Pero la mayoría desestimó la medida y permaneció en los lotes hasta que en horas de la noche lo despejaron las fuerzas de seguridad.

Por su parte, vecinos de la zona atendieron atentos a lo sucedido y muchos incluso procedieron a desarmar los divisiones de las parcelas que los ocupantes habían delineado entre el viernes y el sábado.“Van y vienen, hay mucha preocupación en el barrio. Se juntaron los vecinos para que no se instalen, pero hay alguien que los está organizando”, dijo un vecino que le apuntó a un “puntero político”.

Otro vecino dijo que en un sector alcanzaron a “levantar una carpa precaria y se preparaban para avanzar con una fuerte toma” esta madrugada. “La verdad que la Policía intervino cada vez que los llamamos, pero no pueden dejar veinte efectivos custodiando acá”, lamentó un lugareño.

Se trata de un barrio semi rural, con contadas viviendas que ocupan amplios lotes. Los lugareños cuentan que hay varios proyectos inmobiliarios propuestos para ese sector de la Ciudad, pero para poder avanzar con loteos en regla es necesario que sean rezonificados por el Concejo Deliberante local.

Lo concreto es que ayer volvieron a intentar tomar tierras en ese sector. “Primero quisieron ocupar un lote amplio, pero vieron que era de propiedad privada, muy cuidado y se desplazaron después a las tierras que dan al camino de sirga y a la antigua vía del ferrocarril provincial”, comentó un vecino. 

“Son gente que tiene su casa. Esto lo hacen para después venderlas”, agregó. Y un parte policial dio cuenta los intrusos llegaron con “palos, machetes y piedras”.

En el marco de los procedimientos fue aprehendido un adolescente de 17 años por el delito de tentativa de usurpación, cuyo caso recayó en la UFI Nº 6 a cargo del fiscal Marcelo Romero y con intervención de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil de turno. 

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