El peluquero que rompe barreras de la discriminación y da cátedra solidaria

Fabián tiene 24 años y es hipoacúsico. Decidió dar una mano regalando cortes de pelo a chicos que asisten a diferentes comedores

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“Peluquero, Barbero, ayudando al que menos tiene”, puede leerse en el perfil de Facebook de Fabián Maestre, un joven peluquero que aporta, desde su lugar, un granito de arena en medio de las necesidades que se profundizaron a partir de una pandemia que arrasa con todo desde marzo.

Fabián tiene 24 años y es hipoacúsico. Fue y es muy discriminado por eso -cuenta-, pero rompe todas las barreras que gran parte de la sociedad le pone delante y a través del empuje que le brota del corazón encaró una obra solidaria que su barrio de Los Hornos le agradece.

A partir de la profesión, que ejerce desde hace dos años, decidió dar una mano regalando cortes de pelo a chicos que asisten a diferentes comedores y merenderos de la región.

“Me pone muy feliz lo que estoy haciendo, a pesar de que muchos me discriminen, hacer esto es un alivio para mí, el país la está pasando mal, no todos tenemos trabajo, y la gente lo está sufriendo mucho”, comentó con voz entrecortada Fabián, quien vive con su papá.

Su deseo, lo deja en claro, es “ayudar a la gente y que sus hijos tengan su corte gratis. Hoy un corte de pelo parte desde 250 a 300 pesos y no toda la gente puede pagar eso. Yo quiero darles la oportunidad de cortarles gratis en todos los comedores de la Ciudad de La Plata”.

Por ahora, el protagonista comenzó a caminar el barrio que lo vio nacer, pero tiene intenciones de expandirse a partir de varios mensajes que va recibiendo por las redes sociales.

“Ya fui al comedor La Esperanza de 145 y 71 y el sábado fui a los Chulitos de 158 y 71. La semana que viene tengo otro en 141 y 71. De a poco me van llamando todos los comedores. Y me contactó otro que se llama Comedores Solitarios”, agregó el peluquero y señaló que “ya le corté a más de 30 ó 40 chicos en todos los comedores que recorrí”.

Claro que Fabián tampoco escapa de la crisis económica que atraviesa el país y tímidamente admite que “la realidad es que no me están saliendo muchos trabajos, porque la gente tampoco tiene trabajo, yo hago domicilios y cobro muy barato para que la gente pueda pagar”.

Lo cierto es que más allá de las complicaciones que tiene en su vida diaria, con una discapacidad auditiva que muchas veces lo vio doblarse pero nunca quebrarse, apuesta a que como hace él, la gente pueda superar los problemas y salir al frente.

“No escucho bien, tengo audífonos para escuchar. Mi papás se dieron cuenta de que no podía escuchar cuando tenía cinco años y en el colegio me discriminaban, me hicieron repetir dos años. Mis papás no me podían comprar audífonos, hicimos muchas rifas y finalmente los pude comprar. Por eso yo hago esto de corazón, para que la gente pueda salir adelante”, cerró Fabián. Y no quedaría mucho más para agregar.

“Me pone muy feliz lo que estoy haciendo. A pesar de que muchos me discriminen, hacer esto es un alivio para mí”

Fabián Maestre, Peluquero

 

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