Desconectarse de Internet a padres e hijos les viene bien

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Internet ofrece a niños y jóvenes posibilidades casi ilimitadas. Cuando se meten en las redes sociales o en un videojuego, las horas pasan volando. Durante la pandemia del coronavirus, el uso de Internet se ha disparado: Según un estudio, los niños de 10 a 17 años pasan ahora un 75 por ciento más de tiempo jugando con videojuegos.

Iren Schulz, coach especializada en el uso de los medios online y miembro de una plataforma alemana que alerta sobre el uso que hacen los menores de Internet, considera que la fase de confinamiento por el coronavirus fue un momento extraordinario en el que se vivieron situaciones fuera de lo normal.

No obstante, Schulz aconseja a las familias que impongan reglas en lo que se refiere al uso de Internet, las redes sociales y los videojuegos.

“En general, cuando a los niños se les ha inculcado reglas claras de pequeños, en la adolescencia también las respetan. Toda la familia debería cumplir esas normas, como por ejemplo cenar juntos o hacer actividades juntos sin el celular de por medio y pasar tiempo en familia el fin de semana en vez de estar conectados a cualquier cosa en Internet. Los niños se dan cuenta muy bien cuando los son los propios padres los que no siguen las reglas”, dice la especialista.

Una buena forma de conseguirlo es establecer un contrato de uso de Internet, que se puede encontrar fácilmente navegando en la red. El contrato se puede imprimir y colgar en la heladera, lo que puede ayudar a evitar las recurrentes discusiones diarias al respecto.

Por supuesto que durante las vacaciones o cuando hace mal tiempo, no hay que sentirse culpable por pasar más tiempo delante de las pantallas.

Otros aspectos importantes en este tipo de acuerdos familiares son las compras de las aplicaciones, la protección de datos, la privacidad y el riesgo que se corre con los contactos.

Pero, qué alternativas pueden ofrecer los padres al uso de Internet, los videojuegos y las redes sociales. La verdad es que las opciones son infinitas.

“En realidad, cuando los padres hacen una sugerencia que no tiene que ver con el mundo digital, los niños la encuentran genial. Es relativamente fácil alejar a los niños de las pantallas. A los más chicos les gusta hacer actividades reales. Tan solo el hecho de decidir juntos que excursiones se pueden hacer es ya una actividad que gusta. Tanto a los padres como a los hijos les sienta bien desconectarse por un tiempo de las redes y no tener nada que ver con Internet. Los estudios muestran que niños y adolescentes siguen queriendo tener la atención plena de sus padres”, describe Schulz. (DPA)

 

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