Melania eligió la compasión y la calma en lugar del combate

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Tras un muy criticado discurso en la convención republicana de 2016, la primera dama de EE UU, Melania Trump, ha solido tener una posición muy discreta en los actos públicos que apoyan la presidencia de su marido.

La noche del martes, sin embargo, su discurso calmo y compasivo, que trató desde la pandemia de COVID-19 y las tensiones raciales hasta la crisis de los opioides, le valió un amplio reconocimiento.

Que la primera dama expresaría apoyaría la reelección de Donald Trump estaba descontado, pero sí sorprendió que transmitiera compasión, algo que el mandatario republicano y su círculo inmediato rara vez expresan.

“Mis más profundas condolencias van para todos los que han perdido un ser amado y mis oraciones están con aquellos que están enfermos o sufriendo”, dijo en un muy esperado discurso desde la Casa Blanca. “Sé que muchos se sienten impotentes. Sepan que no están solos”.

El mensaje de Melania marcó un duro contraste con la crudeza y la agresividad de los hijos de Trump, Eric y Tiffany, que la precedieron como oradores.

También ausentes en las palabras de la primera dama estuvieron los jactanciosos alegatos sobre el manejo de la crisis sanitaria, el desprecio a los críticos y las amenazas a los manifestantes que han tomado las calles, incluidos los seguidores del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan).

 

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