Deuda: cómo impactaría el acuerdo en la inflación, la actividad económica y las condiciones de mercado

En sí mismo, el acuerdo no te arregla los problemas macro de caída de la actividad con alta inflación. Pero es una condición necesaria para poder arreglarlos. Puesto de otra manera, si no das un cierre lógico al problema de la deuda, ponés en problemas graves a los privados que tenían obligaciones con acreedores extranjeros por US$ 80.000 millones al primer trimestre y hacés imposible cualquier inversión extranjera en el país en el corto y mediano plazo. Ahora bien, el “deal” está lejos de ser suficiente para que la economía salga de esta dinámica. Para resolver esos dos problemas macro de falta de crecimiento e inflación se necesita implementar un shock de confianza, que requiere (además de despejar las dudas sobre la deuda -incluyendo la discusión con los organismos internacionales-) cuatro ejes.

1. Mostrar un sendero fiscal convergente, mientras se discute una reforma fiscal (incluyendo el sistema previsional) que elimine distorsiones, baje la presión tributaria, y permita un horizonte más claro para el marco tributario para empresas y personas.

2. Un salto del tipo de cambio oficial que despeje expectativas devaluatorias, acompañado de una política de esterilización más agresiva de los pesos ahora que se relajan las restricciones a la circulación de personas, ajustable según la reactivación económica y la mejora de la confianza aumenten la demanda de dinero.

3. Políticas de integración al mundo en el plano comercial que acompañen y refuercen las otras reformas, dando consistencia a la política económica y credibilidad.

4. La discusión eventual de una reforma laboral que favorezca la creación de puestos de trabajo privados, en línea con los puntos anteriores.

LAS CONDICIONES FINANCIERAS DEBERÍAN MEJORAR

Finalmente, y no sin una cuota de suspenso, pareciera que hay un acuerdo por el tema de la deuda. Después de tanto tiempo de negociaciones y acercamientos, era ilógico que el desenlace fuera otro. Se especula con que el valor presente neto de los nuevos bonos estaría en US$ 54,9 (promedio, valuados a una tasa del 10%). Esto implica que ambas partes se encontrarían en el punto intermedio respecto a sus últimas ofertas (e, incluso, en el punto medio respecto a sus ofertas iniciales).

Si uno compara este posible canje con los analizados por la literatura académica, podríamos decir que Guzmán consiguió un resultado dentro de lo esperado. Una quita real algo por debajo de la registrada en otras reestructuraciones (35/38% vs mediana de 43%) en un plazo relativamente más rápido (8 meses, frente a la mediana de 37 para canjes posdefault).

Yendo a algo más concreto, en estas condiciones, el canje es bueno para Argentina, porque se aliviaría mucho el servicio de la deuda a corto plazo, sobre todo combinado con el canje de deuda bajo legislación local. Se levantaría el default y las condiciones financieras algo deberían mejorar.

Sin embargo, no exageremos tampoco el asunto. Resolver el tema de la deuda elimina uno de los problemas en agenda y reduce la incertidumbre, pero aún quedan otros, mucho más apremiantes. Reactivar la economía, atender la situación social y resolver los desequilibrios macro de manera no traumática. Algunos de estos problemas heredados y otros de generación propia, pero todos agravados por el coronavirus y la cuarentena. Por más acuerdo que haya, si no son atendidos de en tiempo y forma, el Gobierno pagará costos. Y ello podría ser más temprano que tarde.

Fuente: https://eleconomista.com.ar/2020-08-el-deal-no-arregla-los-problemas-pero-es-necesario/

Fuentehttps://eleconomista.com.ar/2020-08-condiciones-financieras-algo-deberian-mejorar/

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