Seis meses de Lacalle Pou, entre economía y pandemia

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MONTEVIDEO

Afrontar con buenos resultados una pandemia nada más asumir, buscar aminorar el efecto de una recesión económica y perder a una figura destacada en la coalición de Gobierno son algunas claves de los 6 meses que hoy cumple como jefe de Estado el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

Los planes del Ejecutivo, que asumió el 1º de marzo, quedaron aplazados por la llegada del COVID-19 a Uruguay el día 13, cuando se decretó la emergencia sanitaria que todavía está vigente.

No obstante, el Gobierno siguió adelante con la Ley de Urgente Consideración (LUC), proyecto estrella del mandatario, que quedó aprobada por el Parlamento el 8 de julio.

El pequeño país, de solo 3 millones y medio de habitantes, fue noticia por sus pocos contagios y fallecidos de COVID-19 sin la necesidad de un aislamiento obligatorio.

La llamada “libertad responsable” que pregonaron las autoridades junto al Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) y la suspensión de actividades dieron sus frutos y, según las últimas cifras, Uruguay registra 1.585 positivos (163 de ellos activos) y 44 fallecidos.

Aunque ya había un panorama complejo en la economía uruguaya, la pandemia conllevó cierre de empresas, más desocupados y suba de la pobreza, lo que motivó la creación de cientos de ollas populares para dar un plato caliente a miles de personas cada noche.

El titular de la central sindical, el PIT-CNT, Fernando Pereira, reconoce los resultados sanitarios, pero marca diferencias en cómo afrontar las consecuencias sociales. Y reclama un “salario básico de emergencia para los 300.000 hogares uruguayos que se quedaron sin ingresos”.

Cuando llegó la crisis sanitaria, uno de los socios de la coalición que sostiene al Ejecutivo de Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN, centroderecha), fue el que más se hizo notar. El entonces canciller, Ernesto Talvi, del Partido Colorado (PC, centroderecha), protagonizó una campaña para el retorno de uruguayos en el exterior y desarrolló operativos humanitarios para la partida de extranjeros varados.

En este marco, desacuerdos políticos con la coalición y el propio PC (por sus roces con el exmandatario Julio María Sanguinetti) llevaron a la renuncia a la actividad política de Talvi, quien fue relevado por el exembajador en España, Francisco Bustillo. (EFE)

 

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