¿Habrá flores en primavera?, un sector en crisis por la pandemia y el dólar
Edición Impresa | 1 de Septiembre de 2020 | 05:03

A menos de un mes de la primavera, los floricultores de la Región atraviesan uno de sus peores momentos, la pandemia los llevó a tirar casi toda la producción, no pudieron reinvertir y para sobrevivir tuvieron que pasarse al cultivo de hortalizas. Los que esquivaron un poco la crisis fueron los viveristas, ya que en el encierro mucha gente se dedicó a embellecer sus jardines o a comprar plantas de interiores.
Juan Fernández, directivo de la Cooperativa Argentina de Floricultores, sostuvo que la pandemia los castigó como a todos los sectores económicos. “El cultivo de flores se complica, además la producción está atada al dólar porque de esa moneda depende el valor del abono, semillas y otros insumos”, apuntó.
Además indicó que hasta el momento no se otorgaron créditos blandos al sector y, si bien se mantuvieron reuniones con las autoridades, aún se está a la espera de medidas que puedan dar una ayuda a ese sector productivo. “Fundamentalmente al principio de la cuarentena estuvo todo cerrado, las florerías, los cementerios, no se realizaban eventos, todo repercutió en la actividad que se paralizó por completo”, dijo Fernández.
Aunque ahora hay una tímida reactivación de las actividades porque reabrieron florerías y algunos cementerios de la provincia, las ventas no alcanzan para llevar un poco de aire fresco a los floricultores. “En la ciudad de Marcos Paz se permitió la apertura del cementerio y en la de Moreno ya están abiertos viveros y florerías, pero las caídas de las ventas con relación al año pasado son de al menos el 60 por ciento”, agregó el floricultor.
Ante el desesperante panorama en el que la flor se cortaba sin esperanza de ser vendida, muchos productores se reconvirtieron y se pasaron a la verdura. Con la incertidumbre de qué pasaría con una flor que tarda entre 3 y 6 meses para crecer, algunos optaron por plantar productos de salida rápida, si se tiene en cuenta que, por ejemplo, la lechuga crece en 30 días.
El dirigente de la Cooperativa Argentina de Floricultores afirmó que los productores no tuvieron otra alternativa que achicarse porque las inversiones escaparon a sus posibilidades, resultó carísimo montar un invernáculo o cambiar un nylon.
Cabe destacarse que la Cooperativa cuenta con dos mercados, uno está sobre la ruta 36, en Colonia Urquiza y el otro, en el barrio de Barracas, en ambos las cajas de flores se redujeron aproximadamente a la mitad. “Septiembre con la primavera es históricamente un mes fuerte, estamos esperando que se reactive un poco más”, concluyó Fernández.
En una línea parecida, el gerente de Mercoflor, Gerardo Rambeau, señaló que no se dieron herramientas específicas para el sector florícola, aunque algunos pudieron acceder a créditos a tasa 0. Sin embargo la mayoría de los establecimientos no encuadró para recibir el beneficio de la Ayuda al Trabajo y la Producción (ATP). “Hasta el 18 de mayo estuvo todo paralizado, a partir de esa fecha se logró abrir los mercados, de todas maneras los nichos de ventas están cerrados, solo trabajan las florerías y los viveros, a estos les va bastante mejor”, dijo Rambeau.
OTRA TENDENCIA
Es que en los hogares donde los ingresos no se vieron reducidos, se registró una tendencia a comprar plantas de interiores para embellecer los ambientes en los que se pasa el confinamiento.
“Fue la venta de plantas versus la flor, que viene de un sector ya de por sí golpeado por los temporales y la crisis, por eso algunos productores se volcaron a la horticultura”, afirmó el dirigente que agregó que las cooperativas de la Región, al estar encuadrada s entre las agropecuarias, pudieron regar y cuidar las plantas, pero al principio se impidió la comercialización.
La consecuencia fue que por estos días hay entre un 60 y un 70 por ciento menos de flores de corte que el año pasado. De 130 productores que venden sus cosechas en Mercoflor, 100 se dedican a la venta de flores y el resto a las plantas, es precisamente a estos últimos a los que les fue mejor durante la pandemia.
Ante la duda de que el sector pueda desaparecer por la crisis, Rambeau evaluó que a nivel mundial se registra una baja en el consumo de flores y que, si bien el mercado local puede llegar a achicarse, habrá productores que sigan apostando a las flores porque la actividad lleva 100 años en el país. “En Argentina no hay consumo hogareño de flores y el que se registra per cápita es muy bajo”, apuntó.
Por eso se cree que la producción es suficiente para la demanda nacional y por ahora no se está preparado para exportar como lo hacen países como Colombia y Ecuador.
Es difícil saber qué pasará en el mes de la primavera, se especula con que habrá mucha demanda de plantas, pero una escasa cantidad de flores porque en cuarentena no se plantaron y, de haber una gran demanda, el valor se puede disparar. Tampoco se sabe si habrá producción suficiente para el Día de la Madre, una de las fechas más importantes del año para el sector.
En relación a los precios de las plantas se indicó que son tan variados como las especies, pueden ir de 300 a 15 mil pesos porque no es lo mismo comprar un plantín – se indicó que ahora están en falta muchas variedades- , que una monstera o una strelitzia nicolai, especie que ganaron espacio en las redes y se pusieron de moda.
El productor local Américo Lópes, quien también tiene un vivero, sostuvo que la venta de plantas defendió un poco el panorama que desató la pandemia. “La gente gastó entre un 30 o 40 por ciento más en plantas que el año pasado, las compras fueron variadas, desde alegrías del hogar hasta cercos o plantines para hacer una huerta”, apuntó.
Lópes afirmó que los productores lo pasaron muy mal, fundamentalmente al principio de la cuarentena cuando se vieron obligados a tirar la producción que estaba lista para satisfacer la demanda de Semana Santa. Generalmente lo que se gana en esos días se reinvierte para llegar a la primavera con una buena variedad de flores.
“En ese momento los productores no se arriesgaron a invertir 15 mil pesos en un invernáculo porque no se sabía cómo seguiría todo, sin fiestas, sin eventos, por eso es posible que para septiembre haya muy pocas flores”, dijo Lópes.
Para graficar la inversión que se tendría que haber hecho hace unos 5 meses, Lópes señaló que solo una plantación de liliums hubiera demandado 200 mil pesos.
“Los viveros fueron zafando con la venta de plantas y la huerta fue un boom, por lo que sale un pedido de la verdulería muchos se hicieron una quintita en la casa con coliflor, tomate, cebolla de verdeo, puerro, apio, brócoli, radicheta y rúcula”, dijo Lópes y explicó que 12 plantines de verduras cuestan solo 40 pesos.
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