“The Social Dilemma”: un documental sobre los peligros ocultos de las redes sociales
Edición Impresa | 11 de Septiembre de 2020 | 05:36

Netflix acaba de estrenar en su catálogo “The Social Dilemma”, un documental sobre el complejo mundo que se esconde detrás de los “likes”.
Bajo la dirección de Jeff Orlowski, el filme se adentra en un universo al parecer superficial que, debajo, esconde mecanismos que generan adicción y dependencia.
“Los algoritmos (de las redes) intentan que vuelvas y pases más tiempo ahí. Es tan similar a una adicción como creo que sea posible”, aseguró el realizador en una entrevista con Efe.
“The Social Dilemma”, que llegó a la grilla de contenidos del gigante on demand tras haberse estrenado en el Festival de Sundance, pinta un inquietante retrato de compañías como Facebook o YouTube y de sus turbias e invasivas estrategias de persuasión, que pueden derivar en depresión o ansiedad para unos usuarios sometidos a un deseo de perfección constante, o en la divulgación de bulos y erosión de la democracia a escala global.
De experiencia en el género, con dos propuestas ecologistas como “Chasing Ice” (2012) y “Chasing Coral” (2017) como punta de lanza, el realizador entiende que no cambia de temática porque, en el fondo, ambas áreas están atravesadas por los mismos dilemas.
“Es divertido porque algunas personas han estado diciendo eso y para mí es pasar de una amenaza existencial a otra. Miro a los grandes problemas de nuestra sociedad. Y el cambio climático y la tecnología creo que son los dos asuntos más grandes (...). ‘Chasing Ice’ y ‘Chasing Coral’ fueron maneras de visualizar las consecuencias invisibles del cambio climático, y ‘The Social Dilemma’ es cómo podemos visualizar lo que no podemos ver y que está escondido al otro lado del teléfono: el código invisible que está programando a la sociedad”, manifestó.
El documental entrelaza partes ficticias, que imaginan cómo las redes mantienen enganchados a sus usuarios, y entrevistas con antiguos ejecutivos de gigantes digitales, todo ello con una hipótesis alarmante: si un servicio es completamente gratis, tu información y tus datos son el negocio.
En este sentido, explica que la decisión de mezclar documental y ficción se debe, concretamente, a un hecho puntual: “Hay que reconocer que a algunas personas no les gusta ver documentales. ¿Cómo hacemos algo que funcione y sea entretenido para todos?”. Así se apuntaron a este híbrido, el docu-ficción, que cada día gana más adeptos.
En el desarrollo del filme, algunos entrevistados comparan a las redes sociales con las drogas, una situación que “abre una gran conversación en la comunidad médica: ¿Es una adicción de comportamiento o química?”, advierte el director.
“Hay muchos matices en ese sentido, pero quiero compartir dos cosas. Una, la manera en la que el software está diseñado intenta averiguar qué va a hacer que vuelvas y qué va a hacer que sigas ahí (...). Y eso lo hace un algoritmo, que es un programa que aprenderá por su cuenta una y otra vez cómo hacer mejor una tarea que le has dado. También lo sé por mi propia experiencia de cuando he intentado irme de las redes. Yo era un verdadero adicto: sentía que estaba mirando las redes todo el tiempo. Y cuando intenté quitármelas, las técnicas para superar una adicción me ayudaron”, reflexiona.
Consultado en relación a la protección que no hay de los adultos sobre las redes sociales para con sus hijos, algo que sí pasa con drogas como el alcohol, por ejemplo, se entusiasma Orlowski al decir que espera “de verdad que la regulación de las redes para proteger a los niños llegue pronto: creo que es una enorme oportunidad”.
Pone como ejemplo a los dibujos animados en EE.UU: “Cuando era niño, los sábados por la mañana veía dibujos y la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) regulaba qué tipo de anuncios podía ver ese sector demográfico. Pero ahora tienes a niños en YouTube que pasan horas y horas y ven anuncio tras anuncio sin normas”.
Para el director, “las redes sociales parecen increíbles cuando las descubrimos, pero ahora vemos la verdad de su modelo de negocio. Están explotando a las personas: nosotros somos su materia prima y nos están desviando la atención, están extrayendo nuestro tiempo, nuestra atención, nuestros datos y nuestras vidas para su modelo de negocio”.
Orlowski, que tiene perfiles en redes sociales pero casi sin actividad, no ve como ironía el hecho de que su documental se haya estrenado en Netflix, una plataforma que, muchos aseguran, también se puede volver adictiva. “Hay ironía sobre el algoritmo, pero no sobre el modelo de negocio. Pago a Netflix, HBO y Hulu para que me den entretenimiento. Pero ahí no ves conspiraciones virales, no ves que los bulos campen a sus anchas. Eso pasa en Facebook y YouTube. Hay una diferencia real en cómo están diseñados esos algoritmos, aunque Netflix también tenga sus críticas”, cierra el director.
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