Contra las cuerdas, jardines maternales y centros infantiles piden un “salvavidas”
Edición Impresa | 12 de Septiembre de 2020 | 02:19
Los jardines maternales de gestión privada insisten en visibilizar el mal momento que el sector está atravesando. Cerrados en todos estos meses que lleva la pandemia del coronavirus y con el único recurso de la ATP (el aporte que realiza el gobierno nacional a los emprendimientos particulares que dejaron de recibir ingresos), volvieron a salir ayer a la calle, en la segunda movilización a nivel nacional, para reclamar a las autoridades “una ayuda económica” que les permita sobrevivir a las consecuencias económicas del COVID-19.
Se trata, concretamente, de los jardines maternales e instituciones de primera infancia, que se plantaron frente a la sede de la Casa de Gobierno e hicieron oír su reclamo. Finalmente, luego de varias horas de concentración, los representantes del sector consiguieron entregar el petitorio con la demanda a las autoridades y ahora esperan una próxima reunión con funcionarios del área de Producción provincial.
“Ya se hace insostenible la situación porque la ayuda de los padres va cayendo y es entendible”.
María Florencia Botes, CADI de 30, 42 y 43
Desde el sector advirtieron que sin apertura y sin subsidios “estamos condenados al cierre definitivo de las instituciones”. Y se señaló, al mismo tiempo, que a la fecha ya han cerrado más de 500 centros en todo el país.
“Es la segunda marcha federal que hacemos. Pedimos un subsidio o ayuda económica para los jardines”, precisó María Florencia Botes, una de las manifestantes apostadas en 6 entre 51 y 53. Además explicó que “si bien el ATP nos ayudó no todas las docentes lo recibieron. Ya se hace insostenible la situación porque la ayuda de los padres va cayendo y es entendible”.
Al mismo tiempo, la propietaria del CADI situado en 30 entre 42 y 43, explicó que “no podemos sostenernos más porque hay que pagar alquileres y cargas sociales. Estamos al borde de la quiebra, sacando préstamos y deudas. Pedimos una ayuda del Gobierno, un salvavidas”.
Igual que el resto de las instituciones educativa, los CADI permanecen cerrados desde una semana antes del comienzo de la cuarentena. A partir de esa fecha dejaron de percibir las cuotas mensuales, pero, sin embargo, mantienen gastos que les está resultando “imposible” de afrontar.
Impulsado por el intendente Julio Garro y el legislador de Juntos por el Cambio, Juan Pablo Allan, se aprobó un proyecto anteayer en el Senado provincial para que se le otorgue una “asistencia extraordinaria” a los establecimientos educativos de gestión privada.
El objetivo de la iniciativa, ahora con media sanción legislativa y a la espera de que se resuelva en la cámara de Diputados, es “garantizar la continuidad pedagógica de los alumnos”, en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Para eso, se propuso la creación de un régimen extraordinario de aporte estatal no reembolsable durante el plazo de suspensión de clases.
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