El Leeds de Bielsa pagó muy caro sus errores y sufrió la jerarquía del campeón
Edición Impresa | 13 de Septiembre de 2020 | 04:38

El Leeds de Bielsa tuvo un regreso agridulce a la poderosa Premier League y, pese a igualar el marcador en tres oportunidades, terminó cayendo ante Liverpool, vigente campeón, por 4 a 3 en condición de visitante dentro de lo que fue la fecha inicial de la competencia.
Los goles locales fueron de Salah (3m. de penal y 32m. PT, y 42m. ST, de penal) y de van Dijk (19m. PT), mientras que en Leeds anotaron Harrison (11m. PT), Bamford (29m. PT) y Klich (21m. ST).
Con este partido, el equipo de Bielsa selló su regreso a la Premier luego de 16 años en las categorías del ascenso, lapso en el que incluso cayó a la tercera división. Por su lado, Liverpool estiró a 60 partidos su invicto de local y hace casi tres años que no cae en su recinto.
Bielsa vivió el debut con diferentes reacciones aunque prevaleció su característica tranquilidad. En el saludo inicial con el alemán Jürgen Klopp se notó la barrera idiomática, ya que ninguno habla la lengua del otro y por eso no pasó de breve, pese a ambas sonrisas. Ya en la antesala ambos se elogiaron y el teutón bromeó que en español sólo sabe pedir “una cerveza” cuando le consultaron sobre cómo imaginaba el cruce con Bielsa.
Durante el juego se observó a Bielsa vestido con su clásico jogging, festejar con mesura los goles y ciertamente enojado cuando le marcaron por fallas propias.
Como se preveía, el encuentro de equipos dirigidos por Klopp y el rosarino tuvo gran cantidad de goles y ida y vuelta desde el primer minuto. Es que el ataque pasó a ser la única herramienta en Anfield, junto con la explotación de los espacios y la verticalidad asociada al vértigo constante.
De esta forma, el 3 a 2 en favor del local no sorprendió cuando finalizó la primera etapa, en la que Liverpool tuvo nueve tiros al arco contra un Leeds efectivo, que le sacó provecho a sus dos oportunidades en los pies de Harrison (11m.) y Bamford (29m.). Este dato se contrarrestó con la posesión, que en ese capítulo inicial se dividió en un parejo 51 a 49 para la visita.
Liverpool fue más desde el arranque, al punto que a los tres minutos ya estaba al frente con un penal de Salah y cada vez que se vio asediado, encontró las vías del gol con un cabezazo de van Dijk (19m.) y otro tanto del egipcio.
Sin embargo, el equipo de Bielsa nunca retrocedió, se animó cuando pudo con salidas largas como método para saltar la presión del rival, pero pagó con creces cada fallo propio -mano en el penal, pérdida de la marca en el segundo y un rechazo corto en el tercero-.
El complemento fue diferente: Leeds, con menor intensidad, cuidó más la pelota, sin tanto ataque vertical y lateralizando más a la hora de asociarse; y Liverpool apostó a los duelos uno contra uno.
El campeón de la Premier perdonó permanentemente, lo que le dio vida a Leeds. Y los de Bielsa la tomaron y la trasformaron en el 3-3 con una combinación entre Hélder Costa y el polaco Kilch, que remató de volea.
Sobre el final, el local aprovechó una mayor resistencia física y lo ganó por una imprudencia del ingresado Rodrigo, que cometió un infantil penal sobre Fabinho y que Salah lo tradujo en el definitivo 4-3..
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