OTRA VEZ...

Otra vez te acercaste a la casa abandonada, otra vez dejaste atrás el lastre de tus miedos y te fuiste, solo, porque entendiste que así es como se deben enfrentar las tormentas.

Un verdín porfiado se adhiere a las paredes, como la bruma a los rincones de tu mente.

Y un árbol extiende sus ramas caprichosas, acaso inútiles, como el recuerdo de esos días vacíos.

Vidrios rotos...¿qué esperabas? No hay nada más frágil que el tiempo que se ha ido, y las astillas del recuerdo ahora se desangran, impotentes, como pájaros cegados por la oscura neblina del olvido.

 

Texto Marco Andrés Quelas 
Foto Leandro Pacheco

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE