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Revista Domingo |OTRO CONCEPTO EN NUTRICIÓN

Tendencias: flexitarianos, una nueva forma de alimentarse

Muchos nutricionistas la consideran la dieta ideal. Es la que prioriza una alimentación basada en vegetales, cereales y legumbres, pero con ciertos “permisos” para, en cantidades reducidas, incluir distintos productos de origen animal

Tendencias: flexitarianos, una nueva forma de alimentarse
20 de Septiembre de 2020 | 04:21
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En materia de nutrición, hay elecciones para todos los gustos y modos de vivir. Vegetarianos, veganos, crudiveganos, frugívoros, etcétera. Pero de un tiempo a esta parte, pareciera imponerse una variante que podría ser la síntesis de todas y que muchos nutricionistas consideran como la que más se ajusta a una dieta ideal, la de los “flexitarianos”.

“Los flexitarianos o vegetarianos flexibles -explica la licenciada en Nutrición Juliana López - son aquellos que priorizan su alimentación basada en vegetales, pero que en cantidades reducidas y situaciones ocasionales incluyen alimentos de origen animal como carnes rojas y blancas. Este grupo de personas no elimina ningún tipo de alimento, es una alimentación saludable y totalmente social, se adapta a cualquier tipo de comida, no se privan de ir a eventos y comer lo que haya, y creo que hoy día mucha gente, aún desconociendo el término, tiene este tipo de alimentación”.

Eugenio García, creador de Flexitariano.org, sostiene que “se trata de una dieta saludable, ya que combina los beneficios de los productos de origen vegetal con los nutrientes que pueden aportar una ingesta esporádica de los de procedencia animal. Hace años era un modelo más común, una alimentación basada en verduras y de vez en cuando carne o pescado, quizá porque no había la disponibilidad actual, que provoca que su consumo sea muchas veces excesivo”.

Para los flexitarianos, consumir carne no constituye una transgresión a su modelo de dieta, ni tampoco va seguido de un sentimiento de culpa. Este tipo de dieta fue impulsada en su momento por grupos internacionales como “Meat Free Mondays”, (Los Lunes sin Carne); “Vegan Before 6 “ (Vegano antes de las seis), creada por el crítico culinario de The New York Times, Mark Bittman; o por el mismísimo Paul Mccartney.

La dieta flexitariana podría asociarse a patrones de alimentación de la dieta mediterránea

 

El maltrato animal, o cuestiones relacionadas con el medioambiente, son algunas de las razones que llevan a muchas personas a adoptar una dieta vegetariana, con la que los flexitarianos también comulgan.

Sobre esto, el creador de Flexitariano.org sostiene que “la mayoría de las veces se presta más atención tanto al origen de los alimentos, agricultura biológica, ganadería extensiva y pesca sostenible, como a unos métodos de preparación más saludables”.

LOS POSITIVOS DE LA DIETA

El propio García señala que “se trata de una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y colesterol, cardiprotectora, alta en nutrientes y fibra, que también se ve beneficiada por los aportes puntuales de ácidos grasos Omega 3 procedentes del pescado y proteínas de alta calidad y vitamina B12, que es la que proviene de las carnes”.

Ese consumo eventual de productos de origen animal, es lo que da cierta ventaja sobre los vegetarianos a la hora de comer afuera o viajar. García afirma que “estos son los momentos elegidos por muchos flexitarianos para comer carne, y en casa poder ceñirse tan solo a vegetales u otros productos. En definitiva, se puede llamar flexitarianos a aquellas personas que basan su alimentación en una dieta vegetariana, pero que de manera ocasional, y por diversas razones, consumen algunos productos de origen animal como mariscos, pescados, aves y carnes, aunque no necesariamente todos ellos”.

En este marco, la capacidad de los científicos para crear decenas de nuevos productos, desde hamburguesas sin carne, leches de soja y almendras y alimentos para bebés, hasta yogures, pastas para untar, alimentos para mascotas y vitaminas, atraen a los consumidores enamorados de la textura de la carne, y ha abierto un mundo nuevo para millones de personas en todo el planeta.

Pero también, los científicos atribuyen al “flexitarianismo” un importante aporte en la lucha contra el cambio climático.

“Podemos adoptar una variedad de dietas saludables, pero lo que todas tienen en común, de acuerdo a la evidencia científica, es que se basan fundamentalmente en alimentos provenientes de plantas”, señala Marco Springmann, investigador de la Universidad de Oxford.

“Para esto -agrega- se puede adoptar desde una dieta con pequeñas cantidades de productos animales, que algunos llaman mediterránea y nosotros denominamos flexitariana, a otra dieta pescatariana (vegetales, pescados y mariscos), vegetariana o vegana. Pero nosotros preferimos centrarnos en la dieta menos radical, la flexitariana”.

“Alimentar a una población que crecerá a 10.000 millones de habitantes es posible, pero solamente si cambiamos la forma en que producimos alimentos y en que los consumimos”, afirma por su parte Johan Rockström, director designado del Instituto de Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático en Potsdam, Alemania.

Por otra parte, de acuerdo al Observatorio de Tendencias de la investigadora de mercado Trendsity, se proyecta que el consumo mundial de carne “per cápita” caerá al nivel más bajo en nueve años, aunque durante las primeras semanas de la cuarentena, su consumo en nuestro país creció significativamente.

“Será interesante seguir de cerca cómo evolucionan todos estos cambios porque, sin dudas, la pandemia ha acelerado muchas de estas tendencias, mientras que también se consigna que en Argentina, en los últimos años, el numero de negocios vegetarianos o veganos se fue duplicando”, concluyó el Observatorio.

LOS PARALELOS CON LA MEDITERRÁNEA

Por su falta de definición estricta, la dieta flexitariana podría asociarse a patrones de alimentación como la dieta mediterránea, que se caracteriza por un alto consumo de frutas y verduras, pan y cereales, papas, legumbres, frutos secos y semillas; acompañado de un consumo moderado de lácteos, principalmente fermentados, huevos, pescados y aves; con bajo consumo de carne roja. Adicionalmente, la dieta mediterránea incluye consumo de aceite de oliva y vino tinto.

Hasta nuestros días, la dieta mediterránea es uno de los modelos de alimentación más equilibrados y saludables del mundo. Diversos estudios científicos demuestran sus beneficios, en especial en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Y si bien dentro del flexitarianismo se tiende a disminuir la frecuencia con la que se consumen carnes de diferentes tipos, no existe una prohibición de su consumo ni de otros alimentos con proteínas de origen animal. Muy similar a lo que ocurre con la dieta mediterránea, la alimentación dentro del flexitarianismo incorpora vegetales, legumbres, semillas y frutas, o quesos. También el consumo de pescado, como que los mariscos suelen ser muy apetecidos.

Es que una de las grandes diferencias del flexitarianismo con otras tendencias, es que no existen alimentos que estén prohibidos, ya que lo que finalmente define a un flexitariano, no es lo que come, sino la frecuencia reducida en la que come carnes.

“Lo bueno -señala García- es que puede practicarlo cualquier persona a cualquier edad, sólo se trata de disminuir la ingesta de proteína animal proveniente de las carnes. De todos modos, siempre será bueno ser asesorado por un nutricionista, para orientar sobre cómo obtener los nutrientes que se necesitan con el tipo de alimentación que se quiera llevar”.

LAS DIFERENCIAS

“En la alimentación de los vegetarianos -sostiene la nutricionista Julieta Ponce- existen ciertos nutrientes que no logran aportarse en cantidades suficientes si no se planifica bien la alimentación, y por lo tanto debería buscarse la forma de incorporarse o, en algunos casos, requerir a suplementos que ayuden. Uno de estos nutrientes críticos es la vitamina B12; es una vitamina que participa en muchas funciones vitales para el organismo, ya que mantiene el correcto funcionamiento del cerebro y sistema nervioso, favorece la formación de glóbulos rojos sanguíneos, interviene en el funcionamiento del sistema inmune, participa en el metabolismo del ácido fólico, etcétera”.

“El hierro -añade- también es un mineral al cual le debemos prestar atención en este tipo de alimentación, ya que se encuentra en mayores cantidades en alimentos de origen animal. Entonces, otra tarea que deberíamos hacer a la hora de armar un plato, es incorporar cereales y legumbres, que tienen gran cantidad de proteínas y hierro, para que estos, al complementarse, logren aportar mayores beneficios y una alimentación mucho más completa”.

“Los vegetarianos -aporta la licenciada Juliana Lopez- siguen una alimentación basada en productos de origen vegetal, aunque consumen determinados alimentos derivados de los animales como lácteos, huevos o miel, mientras que los veganos son los que eliminan completamente el consumo de cualquier derivado animal, centrándose un 100% en la alimentación de origen vegetal. Los alimentos que consumen los flexitarianos, en cambio, se basan prácticamente en frutas, verduras, legumbres, cereales, frutos secos y semillas. Lo que los caracteriza es que los alimentos de origen animal aparecen muy de vez en cuando en su alimentación”.

“Y esto es totalmente recomendable -añade- ya que brinda muchos beneficios para la salud y la prevención de determinadas enfermedades. Sin ir más lejos, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda la reducción de consumo cárnico”.

 

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