Haz lo que digo Pero no lo que hago

Kamala Harris, la nueva vicepresidenta de Estados Unidos, fue la mujer elegida para la última edición de la revista Vogue y hubo polémica por como retocaron su figura y el tono de su piel

Edición Impresa

Por MATILDE CARLOS

vivirbien@eldia.com | @tendenciera

El año pasado hablamos acá mismo sobre las exigencias de belleza para las mujeres, hicimos hincapié en las presiones que se ejercen para exhibir siempre una imagen perfecta, con un cuerpo atlético y sobre todo, eternamente jóvenes. Sabemos que los métodos para intentar lograr esas condiciones son múltiples: tratamientos, intervenciones, horas y horas de gimnasio y si todo ello no alcanzara, los filtros de instagram o el photoshop.

Tanto las celebrities como personas ignotas siempre buscan mostrar la mejor versión de sí mismas en redes o en publicaciones; eso está bien; el problema está en que ese retoque tenga por objetivo alterar características personales que conllevan un trasfondo discriminatorio. Tal es el caso de lo sucedido con Kamala Harris y la tan comentada tapa de la última edición de la revista Vogue de Estados Unidos.

El hecho de hacerla de piel más clara o más delgada no fue reconocido, aunque resultó evidente

 

Como sucede siempre con cualquier publicación, los retoques digitales son parte de la metodología de trabajo, pero en este caso la polémica estalló porque el photoshop hizo efecto blanqueador en el rostro de la vicepresidenta electa además de estilizar su silueta.

Por otra parte, lejos de la prolijidad de otras portadas, la foto elegida –al menos para circular en redes- fue una en la que se ven unos cortinados arrugados y ella luce sus famosas zapatillas Converse con evidentes rastros de uso. Los críticos vieron allí un mal manejo de la imagen de Kamala, como si fuera objeto de un descuido de estilistas y productores.

La revista respondió que la elección de esos colores obedece a “haberse inspirado en los colores de Alpha Kappa Alpha de la Universidad de Howard, la primera hermandad históricamente afroamericana”, y que mostrarla con ese calzado fue para respetar su estilo personal; pero el hecho de hacerla de piel más clara o más delgada no fue reconocido aunque resultó muy evidente para todo el mundo.

“Los colores son de Alpha Kappa Alpha de Howard, su hermandad afroamericana”

Argumentó la revista Vogue

 

Este episodio no es menor y marca un hecho que forma parte de la hipocresía reinante en el mainstream de la moda, porque mientras que se levantan las voces para condenar los hechos discriminatorios y se escriben ríos de tinta a favor de la inclusión, se realizan modificaciones corporales para encajar en el modelo estético imperante.

La foto elegida fue una en la que se ven unos cortinados arrugados y ella luce zapatillas

 

En un país como Estados Unidos, con los episodios resultantes de la violencia ejercida sobre George Floyd, no es menor que la considerada “Biblia de la Moda” elija poner en tapa a la primera vicepresidenta descendiente de afroamericanos; pero si al hacerlo recurre a la adulteración de la imagen todo el mensaje cae como una ficha dominó.

Lo llamativo es que este tipo de situaciones no son nuevas, en febrero de 2018, cuando las nominaciones al Oscar para la película Roma eran el foco de atención en todos lados, la revista Hola de México puso en su portada a Yalitza Aparicio, protagonista del film. En esa oportunidad también se recurrió al photoshop para hacer ver su piel más clara; llegando incluso a afinar sus rasgos y alargar su cuerpo.

Sin dudas, las barreras estéticas siguen estando alejadas de la diversidad y las presiones para que las diferencias se minimicen a favor de un patrón establecido no aflojan. Pero todo se vuelve más criticable cuando son las mismas publicaciones las que pretenden demostrar los cambios de época desde sus discursos y cuando de ofrecer imágenes se trata, siguen apelando a los viejos prejuicios y estereotipos. Una pena.

 

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